Friday, August 26, 2005

Puedo perder peso "a través de Cristo que me fortalece"

En la mayoría de mi vida he vivido una vida de placer. Como alguien sugirió, mi vida fue una vida de "lo que fuese- cuando fuese." Bebí lo que deseé beber cuando deseé beber. Yo comí lo que deseé comer cuando deseé comer. Lo triste es que aunque disfruté ese estilo de vida, no me gustaron las consecuencias de esta forma de vida. No es ninguna sorpresa que la mayoría de mi vida no tan solo he sido gordo, si no obeso. Ésta fue la parte que no gusto. Como otros intenté todas las clases de cosas para rebajar, pero nada trabajó. Realmente, parecía que al final las cosas terminaban peores cada vez que intentaba algo más. Y, la gente continuaba preguntándome cuando era que yo iba a hacer algo al respecto. No fue hasta que dejé de intentar, y deje que Dios lo hiciera, que sucedió que realmente perdí el peso.

Ahora que he perdido más de 100 libras, la pregunta siempre es, "que estas haciendo para perder peso?" En el principio yo les daba una respuesta. Sin embargo, Dios me reprendió por dar a otros y a mi mismo la gloria. Yo no entendí que a través de todo el proceso había sido Dios que había hecho todo el trabajo. Hay solamente una razón por lo cual usted ve resultados hoy: Yo estoy dispuesto. Pero ahora mi respuesta es, "yo estoy siguiendo el plan de Filipenses 4:13: Todo lo Puedo Cristo que me fortalece." Esto desconcierta a alguna gente. También me desconcertó a mi hasta que leí un artículo, en cómo el Evangelio nos da el poder para adelgazar. Yo estaba actuando como el Rey Ezekías, que cuando los Babilónicos vinieron en la búsqueda de respuestas sobre cómo Dios lo había bendecido, él tomo toda la gloria para si, en vez de darla a Dios - su legítimo dueño. Entonces entendí que Dios hace todo el trabajo, y yo apenas lo sigo. Antes de esto yo me resistía, pero ahora por Su gracia estoy dispuesto a dejarlo hacer lo que El quiera en mí. Estaba relatando esto a unos amigos, y uno de ellos entendio y finalmente preguntó, "Que es lo que Dios hace para ti?" He aquí las respuestas:

1.0 Oración:

Mi pérdida del peso es realmente una respuesta a la oración. Gente que me ama y que se preocupan por, oraron por mí por aproximadamente diez años. A Dios le gusta contestar oraciones que son para alguien además de usted. Él escucha nuestras oraciones. Pero, él ama interceder por otros cuando le pedimos por otros. Encuentre a gente que le gusta orar para que ore por usted.

2.0 Providencia:

En Su tiempo y de Su manera me encontraba con gente e información que me dirigirían al paso siguiente de este viaje de la vida. Él me dio programas para escuchar, libros para leer, y gente y especialistas para hablar.

2.1 Un libro para leer


En el año 2003, mi hermana hizo ver el programa de Oprah. Ella dijo que trataba sobre pérdida del peso. Hice inmediatamente un gesto repugnancia en la cara. Compuse una excusa de que el programa era demasiado tarde. Pero, terminé viéndolo. En esta programa Oprah tenía como huésped una señora llamada Laura Mellin. Ella escribió un libro llamado “La Solución.” En este libro ella habla de seis curaciones que aprendemos de nuestros padres en nuestro crecimiento. Si aprendemos estas seis curaciones nuestro peso será lo que debe ser y estable. Cuando no aprendemos estas seis curaciones, tenemos problemas, tales como comerse excesivamente. Por lo tanto, desarrollamos exceso de peso y en casos extremos obesidad. Debemos entonces aprender estas seis curaciones como adulto, lo cual ella nos enseña en su libro. Asombrosamente, el libro me ha ayudado a resolver muchas de mis pasados problemas y a conseguir librarme de todo el bagaje que me ayuda a ganar peso. Vi la mano de Dios en esto, puesto que el proceso del que fui a través es exactamente parte de lo que desea el Espíritu Santo hacer en nosotros. Esto es parte de lo qué se trata la Santificación. Dios ha utilizado este libro para sanarme emocionalmente.

2.2 Un especialista para ver
Hace unos años atrás que mi obesidad comenzó a producir complicaciones. Para comenzar, un dolor de la ciática me puso en cama por una semana. Algunos años después me diagnosticaron con apnea del sueño. Un poco después me encontraron artritis en mis rodillas. Para agregar, desarrollé dos nervios pinchados en mi área lumbar. El dolor de espalda y el malestar eran insoportables. Por supuesto que todo era relacionado al peso. Mi doctor recomendó el considerar de una operación de la reducción del estómago. Ésa era su recomendación, al menos que yo hiciera algo por mi cuenta. Cambié algunos hábitos. (Los discuto abajo.) Mis esfuerzos no fueron muy eficaces. A finales del 2003 me diagnosticaron con diabetes. Eso me afecto profundamente. Cuando ví que mi doctor pegó una etiqueta en mi archivo que leía, "Diabético," finalmente me golpeó que era uno. El doctor no dijo, "... no más de juegos. Usted verá un dietista cuanto antes." A este punto dije, "Lo que sea." Dios me tenía donde él deseaba. La diabetes me asustó lo suficiente para estar dispuesto a dejar de resistir los cambios necesarios para convertirme en un individuo sano. Mis amigos y yo oramos que Dios escogiese la mejor dietista para mí. Entonces hable con mi cuñado y le presente el nombre de la dietista que me recomendaron. El me la recomendó fuertemente. Dios contestó a nuestra oración. Ella era muy buena dietista. Ella explicó todo simplemente y era muy consciente y comprensiva. Ella fue exactamente lo que necesitaba y Dios la proveyó en su tiempo y de su manera.

3.0 Las Cosas que yo Podía Hacer:
En su tiempo y en su manera Él me demostraría que había cosas que podría hacer, si solamente estaba dispuesto.

3.1 CaminandoÉl me demostró que podría comenzar una rutina de caminar. Era una cuestión de encontrar que trabajaría para mí. En mi caso puedo caminar después del trabajo y en los alrededores. Comencé a caminar alrededor del área inmediata de mi trabajo. Con el tiempo he aumentado la distancia que camino. Por Su Gracia, ahora camino cerca de dos millas en aproximadamente 40 a 45 minutos en cuatro a cinco días.

3.2 Agua potable

Se dice que nosotros necesitamos por lo menos 8 tazas de agua diarias. Alguien dijo que esa cantidad es un mínimo. La cantidad de agua que bebemos debe estar en la correlación con nuestro peso. Debe ser mitad de nuestro peso en onzas. Cuál significa eso si usted carga 180 libras usted debe beber 90 onzas de agua. En mi caso yo debía beber 1½ galones de agua diarios. No pienso que siempre lo logré. Pero, agradezco a Dios que Él me demostró a cómo llegar cerca de esa meta. Esta de modo ahora llevar el agua en botellas. Dios me demostró que podría llevar el agua conmigo y beberla según la necesito. Voy más a menudo al servicio sanitario. Pero, mi orina es clara e inodora.

3.3 Cambiar hábitos de comer.

Hay un refrán que dice: "desayune como un rey, almuerce como una reina, cene como un pobre." La razón de esto es que trabajamos normalmente nuestro más duro por la mañana. Lógicamente, debemos comer nuestra comida más pesada por la mañana, para adquirir la energía calórica cuando los necesitamos más. Dios me demostró que sería mejor que coma la cena por la mañana y el desayuno por la tarde. De este modo utilizo las calorías cuando las necesito, no cuando voy dormir de la cama. El cambio más grande vino después de ser diagnosticado con diabetes. El Utilizó a una dietétista para demostrarme cómo podría comer las porciones correctas de alimento, en la proporción correcta. Tuve que aumentar la cantidad de ensaladas, de vegetales, y de frutas. Tuve que disminuir la cantidad de grasa y de proteína. Y, tuve que aumentar en la cantidad de carbohidratos complejos (glycemic bajo) que yo comí. Esto significó productos refinados menos dulces de la harina. Agradezco a Dios y le doy alabanza porque estuve satisfecho. El primer día cuando comencé la dieta, le pregunté si sería bastante. Fui sorprendido agradablemente al descubrir que mi plato estaba lleno. Le pregunte a Dios “la comida me sostendrá?" Dios contestó mi oración ese día. Sí, A él sea toda la gloria.

4.0 El Usar Para Mi Bueno Qué Se supone Para estar Para El Mal.
Como mencioné arriba había desarrollado una serie de complicaciones de la salud debido a la obesidad. Éstos no incluyen el resto de las clases de inconveniencias: encontrando las ropas que cupieran, no cabiendo en los lugares, rompiendo muebles, etc. También sé de primera mano lo que la diabetes puede hacerle a usted. Dios permitió que estuviera expuesto a la gente que no tomó el cuidado de sí mismos y vi cómo sufrieron las consecuencias. Yo comparo la diabetes al SIDA, en que no lo muere del SIDA sino de las complicaciones. Es igual para la diabetes. No deseé eso para mí: corte de los miembros, ceguera, ataques del corazón, etc. Dios utilizó todas las diversas dolencias relacionadas con la obesidad para motivarme para perder peso. Estoy más dispuesto a seguir su plan, porque deseo vivir una vida sana. Es un cambio de estilo de vida y es para el curso de la vida.

5.0 Arrepentimiento
Arrepentimiento es un regalo de Dios. Significa dar vuelta. El Espíritu Santo me hizo sentir la convicción que había hecho tomado opciones incorrectas con respecto a mi salud. Tuve que aceptar esto y confesarlo. Dios me permite dar vuelta, arrepentirme. Esto significa que Dios cambió mi corazón sobre este problema. Esto no es un cambio temporal hasta que pierdo el peso deseado. Por la gracia de Dios nunca daré vuelta de nuevo a los viejos hábitos.

6.0 Dios ha contenido mis deseos
El me ha quitado mis deseos por alimentos prohibidos. No es que no tengo gusto del alimento de chatarra dulce. Apenas no los anhelo como antes. Doy la gloria a Dios para esto. Dios me ha dado fuerza de voluntad de declinar comiendo los alimentos prohibidos, comiendo entre las comidas, consumiendo las cosas incorrectas en el tiempo incorrecto, y comiendo el alimento en la proporción incorrecta. Tan cuando me tientan, por su Gracia puedo decir, "No!"

7.0 Él me tiene demostrado que cómo utilizo mi tiempo afecta directamente lo que y cuánto yo como.
Dios me ha demostrado que debo evitar situaciones agotadoras porque pueden conducirme para comer más y para comer las cosas incorrectas. Por la misma razón él me ha demostrado que evite el aburrimiento. (Cuando estoy aburrido yo deseo estar activo. El comer es mi actividad para evitar el aburrimiento.) Él me ha demostrado que debo dormir las horas requeridas que necesito. Si me voy a la cama tarde en la noche que conseguiré hambriento, ese alimento más innecesario de los medios. He aprendido que debo orar sobre lo que debo hacer y cuando hacerlo. Por supuesto, debo espero una respuesta. Dios sabe lo que es mejor para mí. Dios desea lo que es mejor para nosotros. Él quisiera que gozáramos de una vida sana. Podemos hacerlo ahora. O podemos crecer viejos con los viejos dolores y quejas que se consiguen generalmente. Podemos tener el primero si usted elige la voluntad de Dios. Si no, Dios nos dejará tener nuestra voluntad. Lo más importante posible, este proceso está preparando mi carácter para la vida eterna en cielo.

8.0 Pensamiento pasado
Si Dios es de hecho el señor de mi cuerpo, entonces debo consultar con Él qué hacer con él. Cualquier cosa que entra o que hago con mi cuerpo debe tener su consentimiento y permiso. Después de todos pertenece a Él. Soy tan solo un administrador de mi cuerpo. Si aquí y ahora no tengo esta actitud, no seré preparado para entrar en cielo. Cualquier cosa fuera de este tipo de disposición es autosuficiencia y rebelión. Dios quisiera que fuéramos humildes y mansos como Cristo. Estas cualidades pueden ser las nuestras a través del regalo de su alcohol santo dejado en un órgano. Amen.