Friday, February 18, 2005

El vehículo no necesitado

Una de las definiciones de vehículo es: Un medio con el cual algo se transmite, expresa, o logra. Un vehículo nos ayuda a llegar a nuestra destinación, nos asiste en enviar algo, o nos ayuda a decir algo. Puede incluso ayudarnos a lograr algo. Mientras que un vehículo nos lleva del punto al punto b, una vez que alcancemos nuestra destinación no tenemos mas necesidad para él, porque ya ha hecho su trabajo. Naturalmente, la única excepción es, por supuesto, si no hemos alcanzado el final de nuestro viaje. En tal caso, no disponemos del vehículo, nosotros lo parqueamos porque simplemente podemos necesitarlo para continuar el viaje. Un coche es un ejemplo perfecto de tal vehículo. Aunque utilizamos a menudo un coche para simbolizar nuestro estado, todavía sigue siendo un vehículo para asistirnos en alcanzar una destinación elegida. Si la destinación es nuestro hogar, escuela, lugar de trabajo o cualquiera de la miríada de lugares que podemos desear ir, una vez que estemos allí, el coche es inútil. O, sé que discreparán muchos de ustedes, diciendo que el coche todavía permanece de valor porque usted puede utilizarlo otra vez, y otra vez -- y usted tiene razón. Pero, el punto principal es que mientras usted está haciendo compras en la tienda, o tomando una prueba en la escuela, o trabajando, el valor del coche es insignificante. Es de su uso o valor otra vez cuando usted desea conducir a casa. Creo que me esta entendiendo.

El sistema sacrificios Hebreo fue un vehículo. Era un medio con el cual Dios transmitió o expresó el mensaje del Evangelio a la humanidad. Presagió la muerte de Cristo, y fue una parábola viva de lo que haría su muerte por el mundo. Los sacrificios de los pájaros y de los animales hechos por la gente y los sacerdotes, simbolizaron a Cristo. Así, Cristo se hizo el antitipo. Mientras que decimos que los sacrificios eran simbólicos, de ninguna manera hace que disminuyen la enormidad de la pena por la carencia de la participación corporativa e individual en ellos. Hay peligro en simplemente ver los sacrificios como simbólicos, por que la culpabilidad y el castigo para los que no participaron fueron verdaderos – ellos fueron cortados. Usted ve, los sacrificios en sí mismos no significaba nada, a menos que hubiera angustia verdadera y un tornar hacia Cristo, el Salvador. La autenticidad del arrepentimiento y de la conversión era demostrada por la participación de los pecadores penitentes en el sistema de sacrificios. Dios requirió esto así para que todos pudieran entender la verdad de la depravación del pecado, y la profundidad a la cual el pecado llevaría a sus víctimas. Más aun Él deseó que los Israelitas pudieran discernir que "... la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 6:23). Esto fue lo que el vehículo del del sistema sacrificatorio terrenal debía enseñar a la gente.

Cuando Cristo murió en la colina del Gólgota, el vehículo del santuario que enseñaba a los Israelitas ceso. No era ya mas necesario, porque el tipo había satisfecho al antitipo. El mundo entero había alcanzado la destinación prevista por el Creador – el de ser justificado por el cordero del dios matado desde la fundación del mundo (Romanos 5:18, Apocalipsis 13:8). Los libros del Evangelio registran la crucifixión, y la rasgadura del viejo vehículo para hacer la el camino para el nuevo. Miremos Mateos 27, que dice:

45 Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
50 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.
51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;

En otro Evangelio Jesús es registrado diciendo, “Consumado es.” Como San Juan Bautista había indicado, el "cordero del dios, que quita el pecado del mundo," había sido sacrificado por amor a la humanidad. Fue un sacrificio completo y suficiente, que rindió a la raza humana reconciliada con Dios (Romanos 5:10, Efesios 2:16). El viejo se había ido, y lo nuevo había venido. La hermana White escribe de la muerte de Cristo,

Las tinieblas aún cubrían como un manto a Jerusalén. En el momento en que murió Cristo, había sacerdotes que ministraban en el templo delante del velo que separaba el lugar santo del lugar santísimo. De pronto, sintieron que la tierra temblaba debajo de ellos, y el velo del templo, una fuerte y rica cortina que se había renovado anualmente, fue rasgado en dos desde arriba hasta abajo por la misma mano no humana que escribió las palabras de condenación sobre las paredes del palacio de Belsasar. El lugar santísimo, al que los pies humanos pisaban sólo una vez al año estaba ahora a la vista de todos. El lugar que Dios había protegido hasta entonces de una forma maravillosa, ahora mostraba sus sagrados misterios a los ojos de los curiosos. La luz aprobadora de la gloria de Dios o la sombra de su desaprobación, no se mostraría más sobre las piedras preciosas en el pectoral del sumo sacerdote…Cuando Cristo murió en la cruz del Calvario, se abrió un camino nuevo y viviente tanto para los judíos como para los gentiles. De allí en adelante el Salvador oficiaría como Sacerdote y Abogado en el cielo de los cielos. De allí en adelante perdió su valor la sangre de los animales ofrecidos, porque el Cordero de Dios había muerto por los pecados del mundo. (Notas De Elena White, Miércoles 16 de febrero)

Antes de Cristo morir, Él inició otro símbolo para servir como un vehículo que presagiaba el tipo de intimidad que Él desea que tengamos el uno con el otro, y con Dios. Esa intimidad se simboliza en el servicio de Humildad y la Santa Comunión (Lucas 22:19.) Con el lavado de los pies, nos hacemos humildes en mente y en actitud. Recordamos que toda nuestra Justicia es como trapos de inmundicia (Isaías 64:6), y que nos limpia el lavado y la purificación de la Palabra. El comer y beber del pan sin levadura y del vino, participamos más aun de la mente de Cristo, y nos alimentamos con las palabras o las escenas de su vida, muerte y resurrección. Aceptando a Dios y otros sobre nosotros mismos, nos hacemos uno con Dios, y dejamos a nuestro Yo atrás. El símbolo del lavado de los pies y de la comunión son en sí mismos sin valor, a menos que el corazón este arrepentido. Pero un corazón arrepentido viene a menudo o a través del vehículo de la participación, por el Espíritu Santo. Mientras que no participar puede que no endurezca nuestros corazones, de la misma manera, no permite que el Espíritu Santo ablande nuestros corazones. En última instancia, si elegimos no participar en una manera continua en el servicio de Humildad y Comunión, si elegimos no tomar el vehículo nuevo, probablemente no llegaremos a nuestra nueva destinación. Desgraciadamente, eso significa que probablemente nosotros faltaremos a ese gran acontecimiento al cual todos hemos sido personalmente invitados, el Banquete de la Boda del Cordero. Esa será una gran decepción para Jesús, y para todos los que nos amen y estén allí. Los que estén dispuestos, y vayan en el vehículo a nuestra destinación nueva, encontrarán que cuando ustedes lleguen allí el vehículo ya no les será necesario, porque nos ha llevado con seguridad. ¿Estoy esperando a ese día, que tal us

Friday, February 04, 2005

"¿esta usted listo?"

Cuando mi amigo vivió en una isla del Caribe, él vivía con sus muchos hermanos, y con su tía. Como la mayoría de los niños, mi amigo Alford * (* no su nombre verdadero), y sus hermanos estaban interesado en jugar. Cuando la tía de Alford fue a la ciudad, ella le dejaba saber a los niños. Alford y sus hermanos amontonaban alrededor de su tía, pidiéndole, "llévanos, llévanos también." Todos hacían esto, menos uno, David *. Cuando la tía daba el aviso, David corría al dormitorio y cambiaba sus ropas. Cuando la tía estaba lista para irse, ella llevaba siempre a David, porque él era el único vestido y listo para ir. Usted pensarían que no tomaría a los niños mucho tiempo en reconocer porque la tía siempre escogía a David. Les tomó Alford y sus hermanos un largo tiempo para entender porqué elegían a Charles para ir a la ciudad con su tía, continuamente. Mis amigos, era porque David estaba listo siempre. Él solamente iba al cuarto y se ponía las ropas que él ya tenia en su mente. El consejo de un viejo Pastor acerca de la predicación viene fácilmente a mi mente. Él dijo, "uno debe estar listo siempre." Pienso que hay incluso un verso en la Escritura que dice que debemos siempre esta listos dar cuenta de porqué nosotros creemos -- en tiempo, y fuera de tiempo (2 Timoteo 4:2.)

¿Cuándo se trata de la vida estamos listos? ¿Cuándo la tentación está al acecho, esta usted listo para luchar y ganar? ¿Es usted listo superar la tentación? ¿O la tentación le supera? ¿Si el consejo de mi Pastor es verdad en cuanto a la predicación, cuánto más es verdad para la vida? ¿La pregunta es, cómo podemos tan estar listos siempre? ¿Estaba Cristo listo siempre? ¿Estaba listo Él para esta prueba? ¿Sabemos que si estaba listo, así que cómo se preparó Él? ¿Qué hizo Él? Su visita a Getsemaní vierte luz a su forma de preparación. En Lucas 22 leímos:

39 Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron.
40 Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación.
41 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,
42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
43 Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.
44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.
45 Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza;
46 y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.
Jesús oraba. Ése era Su secreto. Tan importante es para la vida de los seguidores de Dios este secreto, que Él lo comparte con sus discípulos a través de sus 3 1/2 años con ellos, y les recuerda otra vez en el final. No hubo charlas de motivación positivas, tales como nos gusta dar. No hubo procesos místicos de meditación trascendental, tales como el de convertirse en uno con la naturaleza. Hubo solamente ésta necesidad de sus seguidores de envolverse en un tipo de oración simple, compungida, y de corazón honesto al Padre. Cristo sabía que en su propia fuerza, Él no podría llevar la copa. Él abogó por para una salida, o quizás una manera alternativa. Pero el Padre requería que el estándar fuese mantenido. La ley requería la muerte. Jesús sé lleno con horror y pavor al pensar en la cruz; pero por amor a nosotros, sabiendo que su sacrificio corporativo era nuestra única esperanza, Él eligió realizar el plan de la misericordiosa intervención para nosotros. Éste era el plan que Él y el Padre habían formado mucho antes de que se presentara la necesidad de ella.

Getsemaní fue una batalla. Una batalla que los discípulos perdieron. Pero una batalla que podemos ganar. Según la Hermana White:

¿Cuándo en el jardín de Getsemaní, la copa de sufrimiento fue puesta en la mano del Salvador, el pensamiento vino a él, debe Él beberla o debe Él dejar que el mundo fallezca en pecado? Su sufrimiento era demasiado grande para la comprensión humana. Mientras que la agonía del alma vino sobre él, "era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra " (Lucas 22:44.) La copa misteriosa tembló en su mano. En esta crisis tremenda, cuando todo estaba en juego, el ángel poderoso que está parado en la presencia de Dios, vino al lado de Cristo, no para tomar la copa de su mano, sino para fortalecerlo al beberla, con el aseguramiento del amor del Padre... Cristo bebió de la copa, y ésta es la razón que los pecadores pueden venir a Dios y encontrar perdón y gracia. Pero los que comparten en la gloria de Cristo deben compartir también en su sufrimiento (E.G. White Notes, página 49.)

Ella agrega en otra parte que la tentación de dejar la raza humana llevar las consecuencias de su propia culpabilidad era terrible, mientras que Él permanecía parado ante Dios inocente. Él esperaba que si Él pudiese tan solo saber que sus discípulos entendían y apreciaban esto, le fortalecerían. Pero los discípulos dormían. No hay que decir, que esta experiencia de los discípulos en el jardín de Getsemaní contiene una lección para la gente del Señor hoy. Muchos están hoy profundamente dormidos, al igual que los discípulos. No realizan la necesidad del velar y orar seriamente para no caer en la tentación. No velan ni orar a fin de no entrar en la tentación. Tiene una cierta confianza en sí mismos como los discípulos. Ellos no miran al Ayudante Poderoso como Cristo nos aconseja hacer en este texto. Así que cuando otros están en necesidad de sus simpatía y oraciones - como Jesús estaba- ellos se encuentran dormidos, como los discípulos (Collegiate Quarterly, página 46.)

Los que comparten en la gloria de Cristo - Su carácter - deben también compartir en su sufrimiento. Ése es el pre-requisito. Así que la pregunta viene a usted hoy --- "¿esta usted listo?"