Thursday, April 29, 2004

Príncipe de Paz

Comentarios Sobre Las Lecciones de Escuela Sabática 2do Trimestre 2004: #5

Isaías presenta los muchos nombres de Jesús. Cada uno de estos nombres tiene un significado que vierta la luz en las muchas grandes cualidades del carácter de Cristo. Había una época en que el nombramiento de un niño era un acontecimiento solemne, porque el nombre lleva la definición del carácter. Tal fue el caso de Jacob, su nombre significa el impostor. El nombre puede anunciar un acontecimiento por venir. Tal es el caso de los dos hijos de Isaías. El nombre puede dar testimonio sobre una cualidad de Dios. Tal fue el caso de Isaías, su nombre significa Jehová es salvación. En el libro de Isaías encontramos entre varios nombres para Dios el término: Príncipe de Paz. Leemos en Isaías 9:6
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro: y llamaráse su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.
Este versículo es el que cantamos en el Mesías de Handel cada Navidad. El Fenecido cantante de música Cristiana Rich Mullins también utilizó ese nombre en su canción, Paz:

Sostenme, Jesús. Porque tiemblo como una hoja, has sido tu rey de mi gloria, ¿Porque nó mi príncipe de paz?

Esta imagen de Cristo sosteniendo nuestros cuerpos temblantes en el medio de una tragedia me da consuelo. ¿Podría éste ser el secreto de experimentar la paz?

¿Que es la paz? Hay una historia de una competencia de arte, donde el tema era la paz. Pidieron a todos los artistas que sometieran pinturas con su representara su interpretación de lo que significa la paz para ellos. El tercer premio fue para un artista que su pintura representó una ciudad destruida por guerra, después de que el conflicto terminó. El segundo premio fue para un artista que su pintura representó un día asoleado y hermoso en una pradera. El trabajo del artista puso énfasis en la hierba doblada por una brisa. El primer premio fue para un artista que su pintura representó las blancas y violentas olas del mar golpeando contra las rocas, donde una paloma miraba serenamente a las olas sin preocupación de lo que pudiera suceder. Definimos siempre la paz como la ausencia de conflicto. Pero, mientras las primeras dos pinturas representaron eso, en un ser humano puede todavía existir agitación interna. La mayoría de la gente que me conoce me describe como alguien tranquilo y reservado. Pero, muchos no saben que soy un tipo de personalidad “A”. Toda mi agitación está adentro. Me queda mucho por llegar a ser como esa paloma que se sienta por las rocas. La paloma es como Cristo: en que no importa lo qué sucediera en el exterior, Jesús permanecía calmado, a menos que la situación ameritara esfuerzo. La paz es un estado mental que viene de saber que Dios tiene todo bajo control, incluso cada detalle de nuestra vida. Tenemos este conocimiento por fe creyendo en Cristo como nuestro salvador personal. Estamos en acuerdo con Dios.

Creo entonces, que la pregunta más importante es: ¿dónde podemos encontrar la paz? Mi respuesta es: en la Luz. (Jesús dice en Juan 9:5: ...Luz soy del mundo.) En el libro de Juan también dice que Jesus es el Verbo hecho carne (en Inglés: The Word ó palabra). En Salmos 119:105 dice:

Lámpara és a mis pies tú palabra, Y lumbrera á mi camino.

La luz, como la verdad, expone todo. Nos enseña donde estamos parados. Y nos enseña el camino que debemos seguir. Primero debemos que aceptar donde Cristo nos enseña que estamos parados. Entonces El nos dirigirá donde ir. La luz siempre hace que la oscuridad desaparezca. No existe paz en la oscuridad. Mas, amamos la oscuridad, y huimos de la luz. Por lo tanto, nunca tenemos paz: También en el libro de Juan:

Juan 3:19 Y esta es la condenación: porque la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz; porque sus obras eran malas.
Juan 3:20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene á la luz, porque sus obras no sean redargüidas.
Juan 3:21 Mas el que obra verdad, viene á la luz, para que sus obras sean manifestadas que son hechas en Dios.

Ahora bien, amar la oscuridad y la maldad, no solamente implica la adoración a lo oculto o lo pagano. Pero, los que creen en la evolución y el existencialismo (o cualquiera de sus derivados) también vive en oscuridad, y no tienen paz. Hay los que piensan que pueden tender un puente sobre el abismo que existe entre la Luz y la oscuridad, por ejemplo los que crean que la ciencia tiene más autoridad que la Biblia. Estos viven en un engaño. Están también en oscuridad. No tienen ninguna paz. Para tener paz debes amar la fuente de ésta y debes participar de ella. Esa fuente es Jesús Cristo, nuestro Príncipe de Paz.

Los que viven en paz adquieren las características de Cristo. Se convierten en lo que se conoce en inglés como Peace Maker ó fabricantes de la paz. Éste título no es igual que lo que se conoce en inglés como Peace Keepers ó mantenedores de la paz. Los mantenedores de la paz creen en paz en cualquier precio. Su meta es evitar conflicto, para así poder permanecer en la oscuridad. Si fuese necesario renunciarían a su integridad o autoridad moral. Los fabricantes de la paz la desean incluso si significa su vida. Pero, bajo ninguna circunstancia, abandonan su estándar de integridad moral. No hay atajo o avenencia para los fabricantes de la paz. Para los mantenedores de la paz, la avenencia es la mejor herramienta. Los fabricantes de la paz se dan cuenta que estar en paz con Dios significa estar en guerra con el mundo. Los mantenedores de la paz desean evitar cualquier tipo de conflicto ahora así que eligen guerra con Dios, más adelante. Ahora todo depende de ti, elige entonces a quién servirás: Al príncipe de la paz o al príncipe de la oscuridad.

Friday, April 09, 2004

La Crisis Más Grande Del Mundo: Una Carencia De Siervos

Comentarios Sobre Las Lecciones de Escuela Sabática 2do Trimestre 2004: #2

El capítulo seis de Isaías comienza con la muerte de rey Uzzias. 2 Crónicas 26 lo describe como un hombre que trajo honor a Dios hasta su avanzada edad, cuando se enorgulleció. Entrando en el templo, él se propuso a quemar incienso. Estas actividades estaban prohibidas a todos menos al sacerdote que oficiaba. Viendo su intento, los sacerdotes fueron detrás del rey y pudieron evitar que él realizase su trasgresión. En su arrogancia, el rey se enfureció y en respuesta, el Señor lo castigó con lepra. Él murió sin nunca poder recuperarse de la enfermedad. Debido a su posición, el rey Uzzias presumió que él podría cruzar la línea que Dios había fijado para dividir las oficinas entre lo político y lo espiritual. Él probablemente sentía que su exaltada posición lo daba derecho a actuar, como él mejor placía. En presumir desobedecer la explícita instrucción del Dios, él demostró un corazón rebelde y desobediente. Desdichadamente para Uzzias, él pensó que él podría servir a Dios en un ministerio para el cual no tenía ni llamado ni comisión.

Transportado en visión al santuario celestial, al profeta Isaías se le permite ver a Dios en su santidad, perfección y belleza. Al Isaías oír cantar a los ángeles en alabanza a Dios - "¡Santo, Santo, Santo!" - Isaías discierne que tan inadecuada y débiles son sus propias alabanzas. El velo que separa el lugar santo del lugar santísimo es removido, e Isaías es permitido ver el carácter de Dios en todo su esplendor glorioso. (No hay división entre el carácter, naturaleza y el ser de Dios.) Al compararse con Dios, Isaías sabía que él no era puro o santo. Al sentirse condenado a morir, él proclama, "soy un hombre de labios inmundos, que vive entre una gente labios inmundos." Con misericordia y dulzura, Dios comisiona a un ángel para volar a Isaías con un carbón encendido del altar. El carbón que continua quemándose, es puesto en los labios de Isaías, purificándolo, y Dios lo pronuncia santo y puro. Es después de esta viva experiencia que Isaías contesta a la llamada para ser mensajero especial de Dios para su generación.

Me alegra que el autor de la lección ofrece el contraste entre el rey y el profeta. Hay muchas lecciones que podemos aprender de ellos. La presunción de Uzzias ocurrió en avanzada edad. Isaías fue llamado y convocado al cielo en una visión en su juventud. Uzzias fue al templo para satisfacer su deseo egoísta, sin que Dios que lo convocase. Si Uzzias hubiese tenido éxito él habría quemado el incienso con un carbón del altar terrenal. Isaías fue purificado y purgado de pecado con un carbón vivo del altar. Podríamos decir que Isaías se convirtió en el incienso. Él personificó la oración para la pureza y el perdón para sí mismo, y como intercesor de su gente. El carbón ardiente emitió calor, luz, humo y aroma -- todos estos símbolos bíblicos que representan el trabajo de Dios en Cristo.

Cristo es la luz del mundo. El humo representa las oraciones de los santos que ascienden antes de y sobre el velo entre el lugar santo y santísimo. Todos los sacrificios que Dios acepta, son agradablemente aromáticos para Él. No es que Isaías se convirtió en Cristo, pero en un sentido él lo personificó como profeta, sumo sacerdote, y siervo sufridor. Cristo moró en él. Mientras que el rey Uzzias presumió de grandeza personal, quizás igualándose a Dios, Isaías se humilló como siervo que solamente deseaba servir su Amo.

El mundo necesita a más hombres (mujeres y niños) como Isaías, individuos que esperan a Dios para convocarlos. Individuos que esperan: rogando, arrepintiendo, estudiando -- activamente esperando la llamada y la lluvia del Espíritu Santo. Se requiere paciencia para ser siervo. Personas que, como Isaías, son humildes, y esperan hasta su Amo dice que están listos "en su poder" para hacer el trabajo. Son ellos los que contestan, "Envíame a mí." Ellos siguen las instrucciones de Dios al pié de la letra, sin salirse del carril ni tomando atajos. El regalo de amor incondicional de Dios impregna sus corazones y se derrama encima sobre ésos a quién Él los envía a predicar. El mundo necesita a los que, como Isaías, borran su propia agenda para seguir el plan del Dios. El mundo necesita siervos.

Thursday, April 01, 2004

Llegar a Conocerlo

Comentarios Sobre Las Lecciones de Escuela Sabática 2do Trimestre 2004: #1

El rey Salomón dijo en Eclesiastés: “...y nada hay nuevo debajo del sol.” Isaías presenta unos agravios contra los Judíos que no son nuevos, ni para su época ni para la nuestra. Una lectura del primer capítulo de Isaías nos dejará entender qué tan lejos de Dios estaban los Judíos. Es sorprendente cuán similar era su condición espiritual a la nuestra. Había maldad y corrupción por todas partes. Dejaban a los huérfano y a las viudas descuidados, mientras que abusaban de ellos sin haber nadie que intercediera por ellos. La gente en su estado de culpabilidad pensaba que podían manipular a Dios a su favor a través de sacrificios, incienso quemado, rituales, y la observancia de Sábados que El nunca ordenó. ¿Suena familiar? Nuestra condición espiritual no es tan diferente. Pablo predice nuestra condición en su Epístola a Timoteo: Capitulo 3

1. Esto también sepas, que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos:
2. Que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes á los padres, ingratos, sin santidad,
3. Sin afecto, desleales, calumniadores, destemplados, crueles, aborrecedores de lo bueno,
4. Traidores, arrebatados, hinchados, amadores de los deleites más que de Dios;
5. Teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la eficacia de ella: y á éstos evita.

El Señor le revela a Juan en el libro de Apocalipsis sobre nuestra época: Capitulo 3

15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Ojalá fueses frío, ó caliente!
16 Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
17 Porque tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú eres un cuitado y miserable y pobre y ciego y desnudo;

Usted le pregunta a cualquier Adventista acerca de la salvación y él contestara: “Es por la fe.” Pero, si usted los observa y los oye hablar usted verá y oirá lo que ellos creen en verdad. Me atrevería a decir que muchos de nosotros creemos que mientras no trabajemos nuestro trabajo durante las horas del Sábado, no veamos la TV ni leamos el periódico, vayamos la mañana del Sábado a la iglesia, paguemos diezmos, y pasemos el día con otros Adventistas estamos bien. Por supuesto, nos abstendremos de comer las carnes inmundas. Pero, un poco de vino no le hace daño a nadie. Y, en cuanto a salir en una cita para ir a un club o a un teatro está bien, siempre y cuando no terminemos en sexo. ¿Y dónde está Dios en este cuadro? Pues, Él debería estar feliz que por lo menos vamos a la iglesia. ¿Qué más desea Él? Por supuesto que Él desea más. Él envía a sus profetas para dejarnos saber su sentir y reprendernos. Y, tal como los Judíos, los rechazamos también. Y, cuando rechazamos a los profetas rechazamos a Dios y a su invitación. ¿Invitación? ¿Cuál invitación?

Isa 1:18 Venid luego, dirá Jehová, y estemos á cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, vendrán á ser como blanca lana.

Isaías aceptó esta invitación. Él probó del Señor y vio que era bueno. Y, lo que él mas quería era que su gente también aceptara esta invitación de Dios. Ésta es la misma invitación que el Señor le dice a Juan que escriba para nosotros en el libro de Apocalipsis: Capitulo 3

18 Yo te amonesto que de mí compres oro afinado en fuego, para que seas hecho rico, y seas vestido de vestiduras blancas, para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
20 He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.
21 Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.

Más allá de obedecer sus mandamientos, Dios quisiera que usted y yo lo llegáramos a conocer. Que ocupemos nuestro tiempo con él, que compartamos con Él, y que nos enamoremos de Él. Usted no se arrepentirá. Él le limpiará y transformará. Entonces usted sabrá que puede confiar en Dios. Y, como usted puede confiar en Él usted le creerá cuando dice, “Te daré la victoria contra el pecado y la muerte.” Usted creerá cuando Él dice: “Te recompensaré con vida eterna, en un cuerpo incorrupto e inmortal, morando en una ciudad perfecta con el trono de Dios en la Plaza.” Usted lo amará. Esto es lo que Dios deseaba de los Judíos. Esto es lo que Dios desea de nosotros. Es lo que Dios siempre ha deseado.
Este es mi blog para publicar y archivar mis comentarios de la leccion. Todas las semanas, antes de Viernes intentare publicar mi comenatrio. Disfruten.