Friday, April 29, 2005

Las costumbres y las tradiciones

He aquí una historia que oí hace un tiempo que me parece que personifica el valor que nosotros los seres humanos les damos a costumbres y tradiciones. Hace muchos años, un oficial del gobierno que tomaba una caminata, encontró a un soldado parado junto a un jardín de rosas, como si él lo estuviera custodiando. Acercándose al soldado, el oficial del gobierno le preguntó, "¿Porqué está usted parado aquí?" El soldado, estando en posición de atención contestó, "Mi Señor, este es mi puesto. El lugar que me han asignado." Desconcertado, el oficial del gobierno pregunto, "¿Y porqué le han asignado aquí?" Incapaz de contestar, el soldado respondió, "Con todo debido el respecto, mi Señor, yo no cuestiono mis órdenes... No sé." Insatisfecho con la respuesta del soldado, el oficial del gobierno juró descubrir porqué él custodiaba un jardín de rosas. Volviendo a su oficina, el funcionario ordenó inmediatamente a sus ayudantes investigar. Algunos días pasaron, y no había respuesta, así que llamaron al supervisor de registro de archivos. Él seguramente podría descubrir porqué había un soldado que custodiaba el jardín de rosas en los predios del gobierno fuera de su oficina. Irritado que las cosas tardaran tanto, el funcionario fue a ver al supervisor de los archivos por una respuesta, y esto es lo que él encontró.

"Al parecer, y según el expediente," dijo el supervisor, "aproximadamente hace un siglo, estos edificios de la oficina gubernamental eran parte de una propiedad de la familia Real de entonces. Durante ese tiempo, una princesa que habitó aquí estaba enferma, y el jardín de rosas era el suyo. Ella, al parecer, amaba las rosas." Sintiéndose impaciente, el funcionario gritó así, "¿Qué tiene esto que ver con el soldado?" "Mi Señor, si puedo continuar," contestó el supervisor, "yo le aseguro que la historia contestará su pregunta." "Muy bien, continúe," dijo a funcionario. "Sí, mi Señor. Porque la joven princesa estaba gravemente enferma, el médico Real amonesto a sus padres que ella no debía salir del palacio por ninguna razón. La princesa, oyendo por casualidad la instrucción, quedo afligida porque ella amaba los predios del palacio, el sol, y las flores en particular. Ella se sentía que ella no sobreviviría si ella no pudiese ver sus flores queridas, y las rosas en el centro del jardín en particular. Sus padres, el rey y la reina, hicieron todo lo que podían para confortarla, pero ella se sintió absolutamente decaída, y deprimida. Temiendo lo peor, por fin determinaron un plan. Puesto que la princesa era alérgica a las flores, y especialmente a las rosas, sabían que no podrían intentar crecer las plantas florecientes adentro. "Pero, qué tal si un jardín de rosas se pudiese plantar afuera de su ventana," se preguntaron a sí mismos. Llamaron al jardinero, confirieron con él, y los planes fueron elaborados para plantar el jardín de rosas más extenso y más hermoso justo fuera de la ventana de la princesa. Los meses más adelante, el jardín completado, solamente un detalle quedaba por hacer; la protección de la princesa y de su nuevo el jardín. Para asegurar esto, el rey aprobó una ley que un soldado debe custodiar de día y de noche el jardín. "Usted ve, mi Señor," continuó el supervisor, " nunca abrogaron la ley a aunque la princesa estaba muerta, y por lo tanto un soldado continúa custodiando el jardín incluso este día." Sin poder hablar, el funcionario agradeció a supervisor y se fue del cuarto de los expedientes pensando, "cuántos otras cosas estamos haciendo que ya no con necesarias.” ¿Quizás puede ser que necesitemos hacer la misma pregunta de nosotros mismos, "¿Cuántas cosas hago yo nos son necesarias?

La respuesta puede sorprendernos. Las costumbres y las tradiciones son difíciles de dejar una vez internadas, porque ayudan a definirnos como individuos, y consolidan nuestros deseos de pertenecer. Como límites establecidos, las costumbres y las tradiciones hacen más fácil para que sepamos cómo comportarse, y que esperar de otros. Entregadas a través de generaciones, y reforzadas por los amigos y la sociedad, costumbres y tradiciones no se cuestionan a menudo. Inconscientes en cuanto a porqué nos envolvemos en éstas creencia, actitudes o comportamientos pre-aprobados, no tenemos a menudo ninguna idea en cuanto a qué las produjo, o aún quién los originó. Lo que es realmente extraño es que muchos de nosotros hallamos significado y propósito en estas tradiciones, y que sentimos que debemos protegerlas a toda costa. Es triste que podamos ser ofendidos tan apasionadamente e igualmente determinados a proteger cosas que por su propia naturaleza son transitorias.

Ésta es la situación que encontramos al leer Marcos 7. Los Fariseos tiene tradiciones y costumbres honradas por mucho tiempo. Estas son ceremoniales en naturaleza, ya que fueron entregadas por Moisés a los Israelitas en el desierto. El propósito de esta ley era múltiple, pero centrado en traer al sentido Hebreo la necesidad de la limpieza, de la pureza y de la santidad. Desgraciadamente, el significado de las leyes ceremoniales fue perdido de vista, y a través del orgullo y la perversidad humana, los lideres las hicieron una piedra de tropiezo a la gente. Los Sacerdotes, los Fariseos y los Escribanos encontraron una forma para encontrar una avería con los discípulos, a través del mecanismo de que Jesús no honraba sus piedras de tropiezos ceremoniales. Así, cuando los discípulos comieron el pan sin lavarse las manos, como era acostumbrado, los Fariseos promovieron la confusión y la incredulidad, llamándolas profanos a Jesús en la presencia de sus seguidores (véase la Marcos 7:2 - 5.) Las preguntas de los Fariseos divulgaron su creencia que la tradición de los ancianos era más importante y necesaria que la palabra de Dios. En el verso 6 de Marcos 7, Jesús les contesta diciendo:

6 ... Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito:
Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí.
7 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.
8 Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes.
9 Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.
10 Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.
11 Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte,
12 y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre,
13 invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas.

Y muchos cosas semejantes hacemos nosotros. Cuántas veces sugerencias para cambiar viejas costumbres son cuestionadas con el infame, "De ésta manera la hemos hecho siempre." Y usted puede oír de vez en cuando, "nosotros no deseamos cambiar." Pero, los que los dicen que quisieran que las cosas siguieran siendo iguales, son muy los mismos que se quejan del deterioro. Cuando nos comportamos como esto, es como si deseáramos cosas opuestas. En proporción con nuestro rechazo de la fuente verdadera del cambio y del crecimiento, es la fuerza de nuestro asimiento sobre tradiciones sin sentido. Es posible, hermanos y hermanas, que en nuestra ceguera -- en nuestra inhabilidad de considerar las cosas realmente son, sin el discernimiento espiritual - estamos rechazando la fuente de la luz y de la vida. Sin el trabajo especial del Espíritu Santo, podemos reforzar las costumbres y las tradiciones que anulan la palabra de Dios.

El establecimiento de nuevos prácticas, tradiciones y costumbres de sustituir las viejas maneras, no son necesariamente la respuesta tampoco. Porque podemos sin saberlo establecer lo que es tan desprovisto del poder y la bendición del Espíritu Santo como hemos lo que hemos dejado detrás. Nuestra necesidad verdadera es la unión con Dios. No en el sentido de Dios y Yo, sino que él y yo seamos uno. Y ninguna cantidad de tradición o de costumbre -- vieja o nueva -- puede facilitar ese tipo de unidad. Esta se encuentra solamente en el rendimiento de nuestro ser, nuestra voluntad o nuestro amor propio a Él. Dios dice, "Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu," y "... Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. (Salmos 34:18; Isaías 57:15.)

La hermana White ha dicho en el Deseado De Las Todas Las Gentes que incluso cuando están confrontados con "Así dice el Señor..." muchos elegirán sus costumbres y tradiciones, así tan profundamente están ellas enraizados. Hermanos y Hermanas, no podemos sostener las cosas que son innecesarias y anticuadas aun más de lo que podemos establecer nuevos medios para observar viejos propósitos. El Señor es más que dispuesto acercarse más, y nos demuestra los principios verdaderos de su reino el cuál nuestras tradiciones y costumbres han estado ocultando. Él aun espera y es capaz, de hacer excesiva y abundantemente más lo que nosotros podríamos pedir o pensar (Efesios 3:20.) Elijamos en humildad de corazón y de la mente rendir nuestro ser, y para abrir la puerta a Él. Estaremos siempre gozosos de que lo hicimos.

Friday, April 15, 2005

Los Malentendidos Del Contexto

El entender mal puede frustrar. El intentar hacerse entender de tal forma que otros sepan exactamente que es lo que decimos puede ser agravioso y fastidioso. Apenas pregúntele a padres. Los padres están a menudo frustrados, eso están dispuestos y listos decirle sobre los desafíos de criar a niños. Primero está la constante repetición allí de que hacer o a no hacer, y donde, porque y cuando. Y entonces, aunque los padres preguntan a menudo, "porqué lo hiciste..." o "porqué no hace lo que le digo," la respuesta más común es un encogimiento de los hombros, y la respuesta "no sé". Si un padre investigara a fondo, él o ella podría encontrar que el niño realmente no entendía el significado de lo que se le dijo. Seguro que muchos niños fingen no entender para no ser encontrados responsables, pero hay tiempo en que simplemente no entendieron. He aquí un ejemplo. Un padre dice a su hijo de 5 años, "no te salgas del encintado." No obstante después de 5 minutos el padre tiene que repetirse otra vez, "no salgas del encintado." Varios recordatorios más adelante, el muchacho pregunta, "papá que es un encintado?" Mientras que el muchacho sabía que lo prohibieron algo, él no entendía que era ese algo. Además, en su caso, el contexto de la declaración no fue de ninguna ayuda. Si preguntáramos a cualquier adolescente en los EE.UU., "cuál es la cosa más frustrante sobre tus padres?" Muchos le dirán inmediatamente que "mis padres no me entiendan." ¿Cuál es el contexto aquí? Hormonas y presión de grupo.

Si preguntáramos a muchas mujeres qué es frustrante sobre su relación con los hombres en sus vidas, ella probablemente responderá, "él no me escucha, y él no me entiende.” ¿Por qué? Quizás el contexto en el cual las mujeres están pidiendo que los hombres las entiendan (como si fueran mujeres). Pregunte a ancianos lo que piensan de la gente joven de hoy, y se contestarán irritados, "yo apenas los entiendo." ¿Cuál es el contexto en el cual este malentendido ocurre? La diferencia en edad acentuada por un mundo que cambia rápido. Pregunte a un doctor médico, "cuál es la cosa que le frustra mas sobre sus pacientes," El o ella puede responder que "muchos pacientes apenas no logran entender la importancia de la instrucción dada, no importa cómo usted enfatice la información." ¿Cuál es el contexto del malentendido aquí? Muchos médicos piensan que sus pacientes desean el alivio de sus dolencias físicas, no obstante muchos pacientes desean un oído que les escuche mucho más que un médico los aconseje. Bien, pienso que usted ve el cuadro.

¿Usted sabe, muchos de nosotros estamos hablando a otros o estamos intentando comunicarnos con otros que no son de nuestra edad, o sexo o aún de un trasfondo similar, así que usted esperaría que algunos malentendidos ocurrieran? ¿Bueno, que tal los malentendidos que ocurren incluso entre los nosotros que hablamos el mismo dialecto o lengua, e incluso crecimos en la misma cultura? ¿Quién es el culpable allí? Quizás son culpables los hábitos pobres de escuchar, tal como escuchar selectivamente. Estamos quizá enfocados con lo que deseamos decir, que estamos escuchando solamente parcialmente. Es decir, estamos escuchando para responder, pero no para entender. Eso podría conducir ciertamente a entender mal por nuestra parte. Podría incluso conducir a la confusión por parte del que habla al el o ella luchar para entender como se relaciona lo que acabas de decir. Puede ser que tengamos ideas preconcebidas sobre el asunto que era discutido, reservaciones sobre la persona que lo discutía, y estemos en conflicto sobre el tiempo gastamos escuchando la persona hablar. Todas estas razones pueden contribuir a nuestro malentendido, malinterpretar, y a aplicar mal lo que es dicho. Estas razones se refieren como "ruido blanco." (En ingles es White Noise.) El ruido blanco es interferencia del fondo que puede incluso hacernos falsificar al mensajero a otros.

Jesús nació y fue criado en Judá. Como Judío, él habló la lengua materna y entendía la cultura. Él también entendía a gente. La gente, sin embargo, no lo entendía a El. ¿Cuál era el problema? ¿No fue bastante claro Jesús en decirles quien Él era, y lo que Él vino hacer? No, ese no fue el caso, porque Jesús hablo con un lenguaje muy simple y conceptos simples comunicados en la lengua del día, que incluso hasta un niño podría entender. Será probable que los que amaron a Jesús, tal como sus seguidores, discípulos y a sus parentescos, entendieron mal porque el ruido de fondo de sus expectativas era demasiado ruidoso? Los líderes hebreos entendieron mal Su propósito debido a envidia, y la mayoría entendió mal su mensaje y la misión porque rechazaron escuchar lo que Él decía. Ellos selectivamente escucharon y cuando oyeron el principio de lo que temieron (que ellos como nación necesitaban arrepentimiento), cerraron sus mentes, y no lo escucharon más. No oímos a veces porque simplemente no lo deseamos.

La Escritura dice que las maneras de Dios son más altas que las nuestras y que las cosas espirituales son discernidas espiritualmente. La gente eligió escuchar la voz de Jesús con sus mentes carnales, pero Jesús hablo del Espíritu (I Corintios11:16 ) La mente carnal está en la enemistad con Dios, y con su ley, por lo tanto no puede estar conforme a él (ROM 8:5-8). El resultado del tener mentes que odien Dios y su ley, significa que malinterpretan las palabras de Jesús, tal como Jesús fue mal entendido por los líderes hebreos. Es decir detrás de su malentendido estaba la rebelión.

En el pasaje de Marca 2:23 a Marca 3:6, encontramos que los Fariseos y los líderes judíos entendían mal el Sábado. ¿Por qué? El Sábado es parte de la ley, y con mentes carnales, odiamos la ley, y al Hijo de Dios. Como nación, los judíos habían caído a menudo en cautiverio a las energías extranjeras como resultado de violar su Sábado nacional, y su adoración a dioses extranjeros. Debido a esto, los líderes Hebreos decidieron crear reglas minuciosas para prevenir a la gente de violar a las leyes de Dios. Los líderes razonaron falsamente que si la gente guardara estas reglas, ella guardaría la ley, y lo evitarían así de entrar en cautiverio otra vez. Pero los líderes judíos no amaron la ley al igual que David, en lugar le temieron porque en señalar a su inhabilidad de guardarla, los condenaron. Este miedo de la condenación que odiaron y denigraron, pero ambos y el deseo para lo que pensaron eran su recompensa (prominencia nacional) les dio motivo ir. Así que odiaron a Jesús con un odio perfecto para Él atrajo a la gente a sí mientras que Él señaló con alegría a su Padre. Él dijo que sus padre trabajaron y él trabajó hasta ahora (Juan 5:17), para restaurar la alegría de la unión y de la comunión verdaderas con Dios. Liberando a la gente del yugo del miedo de la segunda muerte así como el yugo de la esperanza egoísta por ganancia, Jesús amargo a los líderes.

El orgullo falso hizo a líderes judíos celosos y envidiosos de cualquier persona que hiciera ver la ley como si era un placer, porque ellos se deleitaban en hacer la salvación dolorosa y difícil. En contraste, Jesús hizo guardar la ley ver de forma agradable, y además no fue solamente que él era alegre, era tan otros que aceptaron sus palabras, y curativo. Porque el Fariseo vio guardar la ley como un medio de satisfacer sus fines egoístas, cuando no se conformó, Él fue entonces un volador de la ley. Ésta es la razón Jesús dicho a ellos que " Es legal hacer bien en el Sábado." En su comprensión, Dios era el ser enojado quién necesitaba apaciguar. Por lo tanto, pensaron que Dios hizo a hombre para el Sábado --- que ese Dios creó al hombre para guardar la ley. Cómo estaba torcida la verdad en sus mentes. Con su comprensión carnal, atribuyeron el trabajo de Dios a través de Jesús al poder de Belcebú. Esto era una acusación seria. Era una que podría costarles su vida eterna. Jesús intentó otra vez presentarles la naturaleza verdadera de sí y de los principios de su reino en el capítulo 3 Marcos:

23 Y habiéndolos llamado, les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?
24 Si un reino está dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer.
25 Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer.
26 Y si Satanás se levanta contra sí mismo, y se divide, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin.
Él entonces les advirtió, en los verso 28 y 29:
28 De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean;
29 pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón,(C) sino que es reo de juicio eterno.

Rechazando recibir las palabras de Jesús, muchos, incluso ésos de su casa, entendían mal su misión. Lleno de ideas terrenales, incluso los miembros de la familia de Jesús fueron referidos sobre su reputación. Y como tal, sus hermanos indicaron que Él estaba loco, e intentado regresarlo al hogar. El contexto de su malentendido era su tradición cultural así como su edad, porque eran mayores que Jesús. Una vez más Jesús intentó enseñar a sus oyentes que como Hijo del Hombre, y el hijo de Dios, no sólo toda clase humana son sus hermanos y sus hermanas, sino que existe una relación especial entre sí y los que hacen la voluntad de su Padre Divino.

El contexto del malentendido para la gente judía era que Dios había adquirido la humanidad del hombre para salvar a los habitantes del mundo. Él había venido a buscar y salvar al perdido. Todo su trabajo fue hecho en el contexto de intentar salvar el perdido. El contexto de muchos de nuestros malentendidos se refiere al amor de Cristo. Él nos ama no solamente incondicional, adquirió la naturaleza humana para identificar con nosotros, para liberarnos de pecado, y para unirnos a sí, Él vino a demostrarnos que la ley es simplemente el medios de conducirnos a sí, y que habitando en Él significa que Él satisface sus requisitos en nosotros. En la luz de esto, debemos recibir las palabras de la escritura, escuchando con impaciencia, incluso atento, esforzandose para oír, entendiendo que lo que se comunica es de los Labios de Amor.

Friday, April 08, 2005

Odre nuevo para vino nuevo

Los que conozcan las escrituras de Karl Marx probablemente estén familiarizados con el concepto de la dialéctica. Formalmente dice que la tesis más la antítesis produce la síntesis. Informalmente, dice que dos ideas opuestas no necesitan pelearse o cancelarse entre sí, porque un tercer y mejor concepto se puede formular entre los dos. Esta idea no fue originalmente de Marx. Él la tomó prestada de otro filósofo alemán, Hegel. Hegel, por us parte, consiguió el concepto de un obispo Católico. Parece que el obispo intentaba convertir un monje chino, que como resulta, convirtió al obispo. El concepto de la dialéctica suena plausible, y cuando está utilizado con eficacia, soluciona problemas, y todos los partidos ganan. Esto sostiene como verdad, excepto cuando estamos tratando con verdades espirituales. Sí, Dios ha encontrado una manera de combinar la justicia y la misericordia en la persona de nuestro Señor y Salvador Jesús, pero quizás nunca eran realmente contrarios, pero parecía así a los seres creados. La verdad y la falsedad, la luz y la oscuridad, y, la bondad y maldad, no pueden ser combinados, porque nunca producen nada mas que más falsedad, un tono de oscuridad diferente, y otro tipo de maldad. La dialéctica no es Díblica, a menos que Cristo sea la síntesis o la tercer y mejor alternativa.

El poner vino nuevo en un viejo odre es dialéctico. Nada bueno sale de ello. Jesús dice en Marcos 2:22,

22 Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.

La Hermana White dice de este parábola:

“Los odres que se usaban como recipientes para el vino nuevo, después de un tiempo se secaban y volvían quebradizos, y ya no podían servir con el mismo fin. En esta ilustración familiar, Jesús presentó la condición de los dirigentes judíos. Sacerdotes, escribas y gobernantes estaban sumidos en una rutina de ceremonias y tradiciones. Sus corazones se habían contraído como los odres resecados a los cuales se los había comparado. Mientras permanecían satisfechos con una religión legal, les era imposible ser depositarios de la verdad viva del cielo. Pensaban que para todo bastaba su propia justicia, y no deseaban que entrase un nuevo elemento en su religión. No aceptaban la buena voluntad de Dios para con los hombres como algo separado de ellos. La relacionaban con el mérito propio de sus buenas obras. La fe que obra por amor y purifica el alma, no hallaba donde unirse con la religión de los fariseos, compuesta de ceremonias y de órdenes humanas. El esfuerzo de aunar las enseñanzas de Jesús con la religión establecida sería vano. La verdad vital de Dios, como el vino en fermentación, reventaría los viejos y decadentes odres de la tradición farisaica.” (E. G. De White. Deseado de Todas Las Gentes. 245-6)

Podemos caer también en el peligro de los fariseos. Si elegimos seguir nuestras tradiciones, y nuestras propias interpretaciones de la ley, mientras se las atribuían Dios, podríamos ser los viejos odres que rechazan el mensaje simple de la verdad. Al no rechazar las viejas ideas y los sistemas de creencia nos satisfacemos a nosotros solamente, no a Dios.
La hermana White continúa,

“Los fariseos se creían demasiado sabios para necesitar instrucción, demasiado justos para necesitar salvación, demasiado altamente honrados para necesitar la honra que proviene de Cristo. El Salvador se apartó de ellos para hallar a otros que quisieran recibir el mensaje del cielo. En los pescadores sin instrucción, en los publícanos de la plaza, en la mujer de Samaria, en el vulgo que le oía gustosamente, halló sus nuevos odres para el nuevo vino. Los instrumentos que han de ser usados en la obra del Evangelio son las almas que reciben gustosamente la luz que Dios les manda. Son sus agentes para impartir el conocimiento de la verdad al mundo. Si por medio de la gracia de Cristo los suyos quieren llegar a ser nuevos odres, los llenará con nuevo vino. La enseñanza de Cristo, aunque representada por el nuevo vino, no era una doctrina nueva, sino la revelación de lo que había sido enseñado desde el principio. Pero para los fariseos la verdad de Dios había perdido su significado y hermosura originales. Para ellos, la enseñanza de Cristo era nueva en casi todo respecto, y no la reconocían ni aceptaban. Jesús señaló el poder que la falsa enseñanza tiene para destruir el aprecio y el deseo de la verdad. "Ninguno --dijo él,-- que bebiere del añejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor." Toda la verdad que había sido dada al mundo por los patriarcas y los profetas resplandecía con nueva belleza en las palabras de Cristo. Pero los escribas y fariseos no deseaban el precioso vino nuevo. Hasta que no se vaciasen de sus viejas tradiciones, costumbres y prácticas, no tenían en su mente o corazón lugar para las enseñanzas de Cristo. Se aferraban a las formas muertas, y se apartaban de la verdad viva y del poder de Dios.” (Elena G. De White. Deseado de Todas las Gentes pagina 246-7.)

Sabemos que enfrentamos tiempos solemnes. Hay muchos lobos vestidos de ovejas que nos venden vino que no es divino. Ellos reclaman que al compránr su vino podemos convertirnos en nuevos odres, pero si pudiésemos ver verdad la realidad, ellos solo esan remendando el viejo odre con tela aun más vieja. Al no abandonar viejas creencias como por ejemplo: "ayúdate que Dios te ayudara," el viejo evangelio de amor Eros y Ágape combinado (Caritas), y aceptando conceptos como relevancia cultural, no hemos dejado que Cristo en verdad nos transforme en nuevos odres que pueden recibir su vino nuevo. También necesitamos realizar esto a veces, llamamos el vino nuevo porque nuestras lenguas lo prueban por primera vez. Cristo dice en el libro de Marcos,

6 Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito:
Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí.
7 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.
8 Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes.
9 Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.

Así pues, nuestro peligro más grande hoy es que mezclamos el vino nuevo con el viejo vino y remendamos la vieja odre con el viejo material, y pensamos que estamos honrando a Dios en verdad. Pero, nos engañamos si pensamos que esto es verdad. Con nuestras ‘nuevas’ maneras todavía estamos siguiendo los mandamientos y las tradiciones de los hombres. Muchos creen que constantemente repitiendo las mismas frases de adoración (o canción) repetidamente, están adorando realmente a Dios. Deben realizar que cuando usted mezcla el vino nuevo con el vino fermentado el vino nuevo se fermenta también. Es como mezclar la verdad con falsedad, luz con oscuridad, y bondad con el mal. La Síntesis puede ser grande. Pero, recuerden que lo nosotros consideramos lo mejor para Dios es una abominación.

Cristo no solamente nos da el vino nuevo. Él eliminará el viejo vino, y el viejo odre, transformándonos en nuevo odre en el proceso. ¿Está usted dispuesto?

Friday, April 01, 2005

El Permanecer En Curso

Recientemente salió una película titulada, "Simon Birch." Es acerca de un muchacho de 12 años que era muy pequeño y deforme en su nacimiento. De hecho, él nunca creció más de 3 pies de alto, el tamaño de un niño. Debido a sus particularidades físicas y emocionales, muchos lo tenían aversión y le rechazaban. Incluso sus padres no le prestaban mucha atención a él. En la ciudad, solamente algunos gustaban de Simon, y tristemente, él mató a uno de ellos por accidente. Para hacerlo peor, era la madre de su mejor amigo, Jake. Lo qué hacia a Simon diferente, es que él se atrevía a hacer preguntas y esperaba las respuestas, incluso de adultos. Él no tenía miedo. Sobre todo, Simon creía que todos los seres humanos tenían un propósito en estar vivos, un propósito que Dios diseñó para que ellos llenaran. Simon no solamente creía esto sobre otros, él lo creyó sobre sí, y lo compartía siempre que él se sintiera que la conversación lo incitara. Simon deseaba complacer a Dios. Así que decir que Simon fuera un tipo raro, era definitivamente una subestimación.

Durante la mayoría de su vida corta, Simon buscó su propósito. Esperando y velando, él habló de ello constantemente. Cuando Simon descubrió que Jake atendía a la iglesia con su mama, Simon pidió atender con ellos. Gozando de la confraternidad de la iglesia, y estando cerca de Dios, Simon no temía reprender al Reverendo en voz alta cuando él estaba incorrecto -- incluso en medio del servicio. Naturalmente el Reverendo quedo desconcertado y humillado, y por lo tanto no le gustaba a Simon por lo que hizo. Asi que Simon pagaba por las maldades infantiles que sus compañeros hacían.

Simon y Jake iban a nadar juntos donde practicarían aguantar sus respiraciones y por supuesto competían el uno con el otro para ver quién podría llevar aguantar su respiración más rato. Simon tenía la capacidad misteriosa de aguantar su respiración durante mucho tiempo debajo del agua. Cada vez que fueron a nadar, Simon intentaba aguantar su respiración más tiempo de él que hizo la vez última. Esta capacidad demostró ser una ventaja, pues un día, salvo vidas. Mientras en una excursión con niños de 4 y 5 años, el autobús en el que estaban se desvió para evitar golpear un ciervo. Fuera de control, el autobús se movió rápidamente fuera del camino, bajando el terraplén, y en el río. La fuerza de la corriente condujo la puerta trasera abierta, y el autobús comenzó a hundirse. Llenos de pánico, los niños comenzaron a mecerse de miedo, golpeando en las ventanas, y llorando. Algunos, incluso, gritaban. Pandemonio reinó, pues el conductor del autobús abrió la puerta delantera y se escapó bajo el agua. Todo pensaron que se ahogarían. Solamente Simon seguía estando tranquilo. Estando parado en un asiento, él gritó a los niños "cállense'- y escuchen!" Y asi lo hicieron. Porque Simon había sido bueno con ellos, y era de su altura, ello confiaban en él. Más fuerte que ellos, Simon pudo forzar abierto una ventana, colocarse debajo de ellos, y así empujarlos hacia fuera uno por uno. Asi que solo quedo un muchacho que su pie quedo encajado entre el asiento. Aguantando su respiración, Simon finalmente liberó al muchacho, pero comenzó a hundirse con el autobús en las aguas invernales del río. los adultos que llegaban en la escena fueron informados de lo qué sucedió y que Simon todavía estaba en el autobús. Tomaron rápidamente acción, lo rescataron y lo llevaron al hospital. Simon se restableció, y podía hablar, pero estaba demasiado débil. Uno por uno sus compañeros, y su mejor amigo Jake, lo visitaron. Simon les dijo que él estaba bien y listo para morir, que él estaba en paz, porque él había satisfecho su propósito y podría ahora irse. Simon intento tranquilizarlos, diendoles que no estuvieran asustados y tristes, porque Dios tenía un propósito para cada uno de ellos también, y cuando fuera tiempo, cada cual lo supiera. Diciendoles Adios porque estaba cansado, él murió.

La moraleja de la película es que Dios preparó a Simon, y que Simon podría ser utilizado porque él estaba dispuesto. Como Simon, San Juan Bautista, aunque raro, estaba dispuesto. Siendo un Nazareo, Juan siguió principios exigentes de su estilo de vida. Según Marca 1:6, "Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos;(C) y comía langostas y miel silvestre. " Fuera de moda, Juan no participó en los estilos de moda de la consumición. "Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados." Marcos 1:4. Esto significó por supuesto que Juan vivió en el desierto, y no fue visto con frecuencia en los pueblos o las ciudades. Él se parecía como a lo que nos referiríamos como un cavernícola. Él, muy probable campestre y sin modales, y probablemente estaba polvoriento y sudoroso. Según el libro de Marcos, San Juan Bautista no tenía miedo de predicar la verdad quien quiera escucharía, y eso incluyó el rico y el poderoso. Es innecesario decir, que la verdad es generalmente no apreciada. Quizás como nuestro carácter Simon de la película, los tipos religiosos lo toleraban.

Juan y Simon eran directos, pero Juan no era solamente directo, según Marcos 1:7, él era humilde. Él predicó: “Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado." Él entendía que la misión de Cristo reemplazaría la suya, y respondido diciendo, “Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo” Marcos 1:8. Conocido a través de Judea como uno quién que desafiaba las autoridades con un mensaje de justicia y de verdad, Juan llamó el pecado por su nombre y no temía. Si el viviese en nuestros tiempos le hubiésemos encontrado ofensivo.

De su nacimiento, el Espirtu Santo lleno a San Juan Bautista. Juan era el de quién era dicho, "Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti. Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas." Marcos 1: 2, 3. Simon Birch, aunque un carácter de la película, personifico una vida llena por el Espiritu. Como San Juan Bautista, su misión era la de preparar el camino para que otras pudieran ver a Dios, y tener vida eterna. Como San Juan Bautista, no lo disuadió dificultades o desafíos. Ambos guardaron la fe, aguantando hasta el extremo.

Todos sabemos que la vida no es justa, y ciertamente no es buena. Con todo dependiendo de las opciones que hacemos, podemos permanecer el curso, y ser encontrados victorioso en Él. Dios nos ha provisto a cada uno de nosotros el regalo de sí, y de vida en Él. Así que con lo que Él les tiene dotado, a cualquier propósito al cual Él les ha traído, permanece así pues, el curso, porque otros están dependiendo de usted.