Friday, August 04, 2006

Perdón para el pecado desconocido

Perdón para el pecado desconocido

 

Un actor muy famoso de cine fue detenido por manejar su coche indebidamente.  El oficial de policía sospechó que el conductor estaba conduciendo bajo la influencia del alcohol.  El oficial se acercó a la ventana del coche y antes de que él pudiera pedir la licencia al conductor, él pudo oler el alcohol.  Él pidió inmediatamente al actor se bajara del coche.  El actor, molestado por la petición, y comenzó a insultar al oficial.  Reconociendo al actor, el oficial de policía le pregunta al actor, si él había estado bebiendo y cuánto tomó.  Ahora enfurecido, el actor le dice al oficial, "Ese no es problema tuyo."  El oficial de policía pide al actor una más vez, que salga del coche.  El actor en ese momento dice al oficial algunas impropiedades sobre el evidente trasfondo étnico del oficial, y después agrega, "La razón por la que este mundo tiene problemas está debido a tu gente."  El siguiente día el incidente fue publicado por todos los medios comunicativos.  Mas tarde el actor publica una declaración disculpándose, que decía en parte, "es un hecho reconocido que un efecto del alcohol es que pierden las inhibiciones.  Dices cosas que no dirías sobrio.  Sin embargo, dije lo que estaba dentro de mi corazón.  Yo no sabia que dentro de mi corazón había sentimientos tan oscuros sobre otros grupos étnicos.  Mientras que el incidente fue de si bochornoso, lo qué reveló en mi corazón es humillante."  Con este incidente el actor realizó que abrigamos pecado en nuestros corazones y podemos no estar enterados de ello.     

 

En el capítulo 9, Daniel ora por el perdón para él y su gente.  Pero, hay algo inusual sobre su oración.  Daniel se incluyó con su gente.  Leamos algunos versos de Daniel 9:4 - 19, donde Daniel se incluye con su gente,   

 

5 hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas.

6 No hemos obedecido a tus siervos los profetas,

10 y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas.   

11… porque contra él pecamos..   

13 … todo este mal vino sobre nosotros; y no hemos implorado el favor de Jehová nuestro Dios, para convertirnos de nuestras maldades y entender tu verdad.

14… porque no obedecimos a su voz.   

15… hemos pecado, hemos hecho impíamente.   

16… porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en derredor nuestro.   

18… porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias,   

 

Como puedes ver, la esencia de esta oración no es tan sólo intercesora pero también es corporativa.  Daniel se incluyo entre el grupo por el cual el intercede en la oración.  ¿Por qué Daniel ora de forma corporativa?  Por lo que sabemos, fue la iniquidad de su gente - no la suya – la que condujo a los judíos al cautiverio babilónico.  Daniel quizás entendía que dada las mismas  oportunidades y de circunstancias él habría participado en el pecado de su gente.   ¿Qué separó a Daniel de sus contrapartes? La gracia del dios, a la cual Daniel se sometió, y sus compatriotas no.     

 

Sabemos que Daniel leyó a Jeremías.  Él seguramente debe haber leído a Jeremías 17:9 que dice, "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?"  ¿Podría ser que Daniel confesaba todo el pecado que su corazón puede abrigarse - incluso pecado desconocido para él?  Cual quiera acción o palabra que decimos sale de la abundancia de nuestro corazón (Lucas 6:45).  Toda las accion pecaminosa que cometemos, estámos cometiendo, y cometeremos llacen en nuestros corazones antes de que los dejemos salir hacia fuera.  Todo lo que necesitan estos pecados es la oportunidad correcta para salir.  El problema es que nosotros no podemos saber lo que vive en nuestros corazones.  Sin embargo, Dios sabe los secretos de nuestros corazones (Salmos 44:21).  Daniel, muy probablemente, estaba enterado de esta verdad.  Y Dios, al incluir la oracion de Daniel en este libro, sellado hasta nuestros días, enfatiza la necesidad de ver esta oracion como modelo para nosotros los que vivímos en estos ultimos días.    

 

Dios, sabiendo cuan pecaminosos son nuestros corazones, nos dice a través del profeta Ezequiel, "Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne" (Ezequiel 36:26).   Quizás nuestra oracion debe ser también “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío” (salmo 19:14).     David entendía este concepto del pecado desconocido.  Él probablemente nunca pensó que él era capaz de codiciar a la esposa de su mejor amigo, de cometer adulterio con ella, y de asesinar a su mejor amigo.  Esto es quizás porqué David escribió, “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.” (salmos 51:10).     

 

¿Qué pecados desconocidos llevamos en nuestros corazones?  Si solamente Dios sabe qué existe profunda y secretamente en nuestros corazones, sólo él puede sacarlo hacia fuera.  Pero, debemos dejarlo hacerlo.