Friday, March 27, 2009

Dios siempre toma la iniciativa

Dios siempre toma la iniciativa para buscarnos, porque no está en nuestra naturaleza busca rlo a él. Esta es la razón por la que Pablo escribe en Romanos 5:

Romanos 5:6-10 (Reina-Valera 1960)

6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.

7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.

8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.

10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.

Dios creó un plan desde el principio del mundo para salvar a nosotros si pecase . Juan dice que "... el Cordero inmolado desde la fundación del mundo" (Apocalipsis 13:8). El plan se puso en efecto cuando Adán cayó. Adán no pidio el plan. Pero, al conocer el plan Adán respondió con gratitud. Según Lucas 15 todos nosotros caemos en tres categorías diferentes de cómo se pierden y cada uno necesita una solución diferente para encontrar la salvación.
La primera categoría en la que podemos caer es la que describe la parábola de la oveja perdida (Lucas 15: 4 - 7). La oveja estaba perdida , sabia que estaba perdida, pero no sabia el camino de regreso, y no sabia cómo encontrarlo. Es posible que vagen en el desierto hasta que muera tratando de volver o simplemente se da por vencida . La oveja necesita el pastor para buscarla y llevarla de vuelta. El pastor toma la iniciativa para encontrarla . Pero, para asegurarse de que las oveja no se ira de nuevo el pastor puede tener que recurrir a medidas extremas como la ruptura de sus piernas. El pastor de la oveja la trajo de vuelta, con alegría y la restauro a la *?, como si la oveja nunca se hubiese ido .

La segunda categoría en la que se puede caer se describe en la parábola de la moneda pérdida (Lucas 15: 8 - 10). La moneda se perdió en su propia casa. La moneda, por supuesto, no sabe que esta perdida. Por lo tanto, no tenía idea de su necesidad de ser rescatada. La mujer toma la iniciativa para encontrar la moneda y hace todo en su poder para hacerlo. La mujer en la parábola limpia toda la casa sólo para encontrar una moneda, aun cuando tenia otras . La mujer se alegró cuando restauro la moneda a su lugar adecuado, como si la moneda nunca hubiese estadp perdida.

La tercera categoría en la que se puede caer es la que se describe en la parábola del hijo pródigo (Lucas 15: 11 - 32). Después de derrochar una fortuna que le dio su padre a regañadientes llegó a trabajar en una pocilga de cerdos a alimentar el ganado porcino. Esto no sólo es algo humillante para una persona recursos , sino también una abominación para cualquier Judio. Este es un ejemplo de cuan el bajo el pecado nos lleva. Sin embargo, el hijo pródigo recordo su vida anterior en su casa, y lo bien que vivia, incluso los sirvientes. El hijo pródigo recordo el camino de vuelta a casa. Para el no fue necesario un rescate. Sin embargo, su padre lo esperaba en la entrada de su casa. El recibió su hijo con los brazos abiertos y restaurado a su antigua posición como si el hijo nunca había salido. (En la vida real, cuando los "hijos pródigos" recuerdan el camino es que el Espíritu Santo se los recuerda.)

Estas parábolas no sólo muestran la forma en que se pierden, sino que también mostrar la gracia de Dios y Su misericordia. Dios hace lo que esta en su poder para salvarnos. Vemos esto en las parábolas. Y, Él nos recibe con su amor incondicional. Todo el proceso de salvación de Dios es siempre Su iniciativa. Nosotros respondemos, quizas con gratitud por lo que ha hecho por nosotros. Al trabajar en nosotros Él espera nuestra respuesta de agradecimiento para restablecernos a la posición que teníamos antes de la caída. la hermana White dice acerca de esto. "No importa cuál hay sido la experiencia del pasado ni cuán desalentadoras sean las circunstancias del presente, si acudimos a Cristo en nuestra condición actual –débil, sin fuerza, desesperados–, nuestro compasivo Salvador saldrá a recibirnos mucho antes de que lleguemos, y nos rodeará con sus brazos amantes y con la capa de su propia justicia” (DMJ 13). Y ella amonesta a los pastores a hacer de Cristo el centro de todo. “Poned a Cristo en cada sermón. Espaciaos en las excelencias, la misericordia y la gloria de Jesucristo, hasta que Cristo se forme interiormente como la esperanza de gloria” (Ev 140).

Cuando hay un deseo de llegar a él - no obstante débil - todavía hay una oportunidad. Este deseo es forjado tratando de de Dios cortejandonos a él. Estamos respondiendo a él?