Friday, December 08, 2006

Deja Ir De Las Nueces

 Deja Ir De Las Nueces

 

La gente en la India captura monos tomando un tarro que tenga un cuello estrecho, y lo entierran en la tierra debajo de un árbol donde están los monos que saltan y que bailan en las ramas de árbol.  La gente deja la boca abierta, dejando la vasija fuera del suelo unas cuatro o cinco pulgadas. Entonces ponen nueces en ella. El mono lo encuentra, pone su mano en el tarro, consigue un puño grande lleno de nueces, y después intenta sacarlo. Pero el puño no saldrá porque esta lleno de nueces. El mono estaría sentando allí toda la noche intentara sacar su puño lleno de nueces.  Por la mañana el colector del mono camina de manera casual y poniendo una cuerda alrededor del cuello del mono, golpea ligeramente en su mano y se lo lleva.  El mono, quien por naturaleza es totalmente libre, jugando en las ramas del árbol y caminando alrededor despreocupado, termina en una jaula, apenas porque él no dejó ir de las nueces.

 

Puedes encontrar fácil mofarte de estas criaturas por no ser lo suficiente sabio dejar para ir de qué lo estaba atrapando. ¿Pero acaso somos diferentes a ellos? ¿Estamos dejando que esas cosas que amamos nos atrapen, y por lo tanto no sólo perdemos nuestra libertad, pero nuestras vidas y nuestra salvación? Apenas como los monos, el apetito es un grave problema para nosotros.

 

Consideremos a Esaú. Leamos en Génesis 25:29 - 34

 

29 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,

30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.

31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.

32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?

33 Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.

34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.

 

Para satisfacer su hambre, Esaú desdeño y vendió lo qué habría podido ser la fuente de un futuro lleno de bendiciones y de abundancia a su astuto hermano.  En su lugar él eligió llenar su estomago en ese instante. Este tipo de acción demostró cómo Esaú carecía de principios y en lugar vivía una vida complaciendo lo que le satisfacía él en el instante. Veremos que “la fruta no cae lejos del árbol.” Esaú aprendió probablemente esto de su padre, porque como verán, “... amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza” (Génesis 25:28). Tanto él amó la carne de venado de su hijo preferido que él eligió rebelarse en contra de la palabra de Dios que Jacob debe ser el que reciba la bendición de primogenitura (Génesis 25:23). Leamos dentro de Génesis 27:1 - 4,

 

1 Aconteció que cuando Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí.

2 Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte.

3 Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza;

4 y hazme un guisado como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera.

 

Isaac ofreció su bendición a su hijo favorecido a cambio de un guisado de la carne de venado; una bendición que Esaú había desdeñado anteriormente, cuando él vendió su primogenitura a Jacob. Isaac no iba a morir tan pronto como él dijo.  Si leemos más allá en Génesis, este evento debe haber sido más de veinte años antes de su muerte. Así que, aunque no podemos probarlo, podríamos concluir, que esto era una maquinación de Isaac para comer la carne de venado. Ésta fue una pequeña indulgencia que termina mal, puesto que Isaac comió cabra, no carne de venado, y dio la bendición a Jacob. (Esto no excusa las acciones de Rebeca y de Jacob. Aunque tenían buenas intenciones – satisfacer la voluntad de Dios - lo hicieron con sus propios métodos, en vez de depender en Dios para hacerla.)  

 

El desinterés de Isaac de obedecer la palabra de Dios termina en una familia interrumpida: dos hermanos separados por odio y miedo y una madre en su dolor para el destierro de su hijo. La indulgencia del apetito fue la primera batalla ganada por Jesús contra el diablo en el desierto (Mateo 4:1 - 4). Permitiendo que el Espíritu Santo conquistara su apetito, Jesús pudo vivir una vida de en disciplina, principio y conforme a la voluntad de Dios. Aquí es donde Adán y Eva fallaron. Por el contrario, aquí es donde fueron victoriosos Daniel y sus amigos. Desemejante de los monos, Daniel, sus amigos, y Jesús no metieron su mano en el tarro. Adán, Eva, Isaac y Esaú metieron en el tarro, y no dejaron ir de las nueces. Puede decirte a ti mismo, “mi mano está ya en el tarro y tanto como quisiera, no dejaré ir de las nueces, yo no lo deseo.”  No tienes ningún poder para hacerlo por ti mismo.  Es solamente por poder del Espíritu Santo que puedes dejar ir de las nueces y sacar tu mano del tarro. La pregunta es: ¿elegirás dejarlo? 
 

Friday, November 24, 2006

Él Que Hace La Promesa La Cumple

Él Que Hace La Promesa La Cumple

 

El poema “Huellas En La Arena” alegadamente fue escrito en Ingles por Carolyn Joyce Carty en el 1963. Muchos han leído y han sido inspirados por las palabras de este poema. De hecho, trae un cuadro vivo de cómo nuestro caminar cristiano debe ser. En el poema, si recuerdan, un hombre sueña que él está caminando a lo largo de una playa con Jesucristo.  En cierto punto de la caminata él mira detrás y nota que las impresiones en la arena van junto con su vida.  Él también nota que en algunos puntos de su vida hay dos pares de huellas, y en otros hay un par de huellas. Pues él estudia este patrón y él descubre que en lo momentos de su vida más sufridos él solamente ve un par de huellas. Disturbado por este descubrimiento él pregunta a Jesús acerca de ello, “SEÑOR, Tú dijiste una vez, cuando decidí seguirte, que recorrerías a mi lado el camino de la vida, Pero he notado que durante las épocas más amargas de mi vida, Hay solamente un par de huellas. ¡¿No entiendo?! … ¿Por qué cuando más te necesité,… me dejaste solo?”  Entonces el Señor contesto, “Hijo mío, te amo y nunca te deje solo.  Durante las épocas de amargura y sufrimiento que viviste, Cuando ves solamente un par de huellas,… No caminabas solo,…
Era yo que te llevaba en mis brazos.”  ¿Dudamos como este hombre de lo que Dios nos dice?  ¿Dudamos de Sus Promesas?  ¿Dudamos acaso que Dios cumplirá lo que él nos promete? En nuestras condición pecaminosa es muy natural dudar. Sin embargo, al caminar con el Señor, debemos descubrir cada vez más que él cumple lo que promete.

 

Esto significa que no tenemos que ayudar al Señor a cumplir Sus promesas. Consideremos a Abrán, cuando él y Sarai dudaron la palabra del Señor, ellos decidieron tomar el asunto en sus propias manos siguiendo la lógica de la ley de la tierra. Por lo tanto, Abrán engendra Ismael, y con éste nuestros problemas actuales de Medio Oriente.  Es verdad, que la promesa al principio parece implicar a Abrán solamente. En la génesis 12:7 él dice a Abrán, “A tu descendencia daré esta tierra..”  En la Génesis 15:1 - 4 Abrán se encuentra con el Señor, quien confirma otra vez lo que Él le dijo a Abrán en Génesis 12. Leamos este pasaje en Génesis 15,

 

Génesis 15: 1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abrán en visión, diciendo: No temas, Abrán; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.

Génesis 15: 2 Y respondió Abrán: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?

Génesis 15: 3 Dijo también Abrán: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.

Génesis 15: 4 Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará.

 

La promesa se dirige otra vez a Abrán. ¿Pero, era la ley de Dios en la edad de Abrán diferente a nuestros días?  ¿Era Abrán y Sarai ignorantes al “no cometerás adulterio?”   La hermana White dice en Patriarcas y Profetas,

 

ABRAHÁN había aceptado sin hacer pregunta alguna la promesa de un hijo, pero no esperó a que Dios cumpliese su palabra en su oportunidad y a su manera. Fue permitida una tardanza, para probar su fe en el poder de Dios, pero fracasó en la prueba. Pensando que era imposible que se le diera un hijo en su vejez, Sara sugirió como plan mediante el cual se cumpliría el propósito divino, que una de sus siervas fuese tomada por Abrahán como esposa secundaria. La poligamia se había difundido tanto que había dejado de considerarse pecado; violaba, sin embargo, la ley de Dios y destruía la santidad y la paz de las relaciones familiares.  El casamiento de Abrahán con Agar fue un mal, no sólo para su propia casa, sino también para las generaciones futuras (Patriarcas y Profetas, pagina 142).

 

Quizás, para que no hubiera mas malentendidos, el Señor decidió hacerle claro a Abrahán que “…Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac;…” (Génesis 17:19).  Después de esto no hay conjeturas de parte de los que ahora se llaman Abrahán y Sara. Esperan al Señor para cumplir su promesa. ¿Pero, qué tal tú? ¿Estás esperando al Señor para cumplir su promesa? ¿O todavía estás conjeturando o especulando sobre lo que te ha prometido Dios?  ¿Todavía te preguntas, “es esto lo qué Dios quiere decir?” ¿Todavía ofreces a ayuda a Dios? Dejamos que esta historia de Abrahán y de Sara pueda ser un ejemplo para ti. Cuando Dios hace una promesa, él la cumple en su tiempo y a su manera.  A través de Isaac, el Señor trajo risas a Abrahán y a Sara.  Te ruego que permitas al Señor que haga lo mismo para ti.

Friday, November 10, 2006

La Evolución contra la Creación

La Evolución contra la Creación

 

Muchos soldados que sirvieron durante la segunda guerra mundial (2GM) llevaron cámaras fotográficas. Por supuesto, tomaron fotos en cada oportunidad que tenían. Quizás qué podemos ahora atestiguar de lo que paso en 2GM por lo que salió de las cámaras fotográficas de uno de estos soldados. Muchas de las realidades tristes de la guerra fueron impresas en las películas de quién sabe cuántas cámaras fotográficas. Después de que la guerra termino, se dice que un general se acercó a algunos soldados que observaban los cuerpos y los cadáveres de los judíos de Holocausto, y alegadamente dijo, “Muchachos, tomen fotos de lo que ven hoy. Cerciórense de que en el futuro nadie se olvide de lo que paso. Creo que en el futuro muchos negarán que esto sucediera. Sus fotos hablarán darán testimonio en contra de ellos.” El general tenía razón. Muchas revisionistas ahora demandan que el Holocausto nunca sucedió o que no era tan malo como fue divulgado. Muchos demandan que las fotos eran fabricaciones para la propaganda. Sin embargo, los cuadros hablan con más fuerza que sus palabras. (No todo el revisionismo es malo. Algo de este ha traído mucha verdad a la luz.)

 

En los años después del diluvio muchos dudaron de este como una historia veraz. La Hermana White dice que muchos de los habitantes del llano de Sinar “… negaban la existencia de Dios, y atribuían el diluvio a la acción de causas naturales. Otros creían en un Ser supremo, que había destruido el mundo antediluviano;... (Patriarcas y Profetas, página 113). Estas “revisionistas” se unieron a los que deseaban construir la torre de Babel. Dos de las razones de construir la torre eran, de modo que la “cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra” (Génesis 11:4). De hecho, “Toda la empresa tenía por objeto exaltar aun más  el orgullo de quienes la proyectaron, apartar de Dios las mentes de las generaciones futuras, y llevarlas a la idolatría” (Patriarcas y Profetas, página 113).

 

Nuestra generación no es nada diferente.  El autor de la lección describe correctamente nuestra generación, la “La ciencia ha propuesto una interpretación geológica que favorece la idea de eras prolongadas, en lugar de una catástrofe repentina como el Diluvio, a fin de explicar las condiciones actuales de la superficie de la tierra. En otras palabras, las cosas siguen como han sido antes; muchos de los enormes cañones en las montañas y las formaciones rocosas, se nos dice, no se originaron en algún cataclismo repentino, sino que sencillamente fueron el resultado de que las cosas siguieron como desde el principio de la creación; están allí solo por una larga serie de eventos uniformes.”

 

Muchos descreen que cualquier cosa se puede crear o “lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.” (Hebreos 11:3). También creen que para que la creación sea verdad esta debe ser inmediata. Pero, no creen en la creación inmediata, así que por lo tanto no creen en un Dios que pueda crear cosas inmediatamente y de cosas vistas no previamente. Denigran la inundación como un mito o fabula. Quizás éstos son parte de la gente que Pedro habla en 2 Pedro 3:4,

 

2 Pedro 3:4  Y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.

 

Los evolucionistas son afines a los revisionistas de 2GM.  Las revisionistas dicen, “El Holocausto no sucedió,” y los evolucionistas dicen, “la inundación nunca sucedió.”

 

¿Eres tú un evolucionista o un creacionista? Un creacionista cree que la palabra de Dios tiene poder de crear. Un creacionista cree que Jesús es Dios y que cuando él habló “las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” (Juan 6:63).  Así pues, Cristo era Dios en la carne y sus palabras tenían poder para crear. Cuando Cristo habló un milagro éste sucedió, inmediatamente. Cuando Cristo dijo a cualquier persona “tu fe te ha salvado,” ésta fue verdad inmediatamente. Cuando Cristo dijo a cualquier persona, “tus pecados son perdonados” esto fue verdad inmediatamente. Éste es lo qué un Creacionista cree. ¿Eres un creacionista? Crees que la Palabra de Dios dice a ti que “tus pecados están perdonados?” Has leído tu Biblia que eres un cristiano y un creacionista tu respuesta es, “Sí. La Biblia dice eso.” ¿Crees que la palabra de Dios te habla? Una vez más eres un cristiano y un Creacionista, dices, “Sí, la Biblia me habla.” ¿Ahora, crees que si Dios en Su Palabra te dice ahora, “tus pecados te son perdonados,” que en este mismo momento te son perdonados? Cuidado, dijiste que la Palabra de Dios es vida, y cuando esta Palabra es dicha es verdad inmediatamente. Un evolucionista no cree que la palabra de Dios es verdad, y aún menos inmediata.  

 

Esto es una cuestión que se debe considerará en oración. Muchos dudan la palabra de Dios, mientras que profesan vivir por Ella. Los que lo hacen son revisionistas y evolucionistas. Pero, hay esperanza. Todos hemos sido revisionistas y evolucionistas. Considerar al padre desamparado y desesperado del niño poseído de un demonio en Marcos 9. Él aboga con Jesús en el verso 22, “si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.”  El termino condicional “Si” no demuestra mucha creencia o fe.  Cristo, que sabe esto, le responde al hombre en el verso 23, “Si puedes creer, al que cree todo le es posible.” El padre que realiza su debilidad se arroja sobre la misericordia de Jesús y le implora al Señor Jesús en el verso 24, “Creo; ayuda mi incredulidad”

 

Este padre debe ser un ejemplo para todos nosotros cuando nos sentimos desamparados y desesperados o cuando el dolor y la culpabilidad nos acarrean. Cuando es duro creer y fácil carecer de la fe, dejemos que  la historia de este padre, nos ayude a todos a recordar, que Jesús no nos echa de su presencia. Es decir, que si miramos a Jesús y no a nosotros o a ésos alrededor de nosotros, y nos arrojamos a la misericordia de Jesús, él nos recibirá como él recibió a este padre. Si solamente, como este hombre, confesamos al Señor nuestra debilidad y nuestra necesidad, “Creo; ayuda mi incredulidad.”


 

Friday, October 27, 2006

Degradarse

Degradarse

 

¿Cuántas palabras hay en la lengua española? Según la Real Academia Española hoy en día hay mas de 500,000,000 palabras en la lengua española.   Cada año se va creando y adoptando nuevas palabras de acuerdo el uso que los hispano-parlantes le dan diariamente a las palabras.  Algunas palabras son prestadas de otros idiomas y otras son creadas debido al avance de la tecnología y la ciencia.

 

En la lengua inglesa, se estima que los graduados de universidad saben no más de 25,000 palabras. Es decir, que la persona angloparlante promedio conoce menos del 5% de las palabras en la lengua inglesa.   Si esto estimado es cierto acerca de hispano-parlantes y el español, entonces los hispano-parlantes conocen menos del 1% del total de palabras en la lengua española.   De alguna manera, después del entusiasmo de aprender cómo hablar cuando niños, suspendemos el aprendizaje de nuevas palabras. Y, cuando intentamos aprender palabras es muy difícil hacerlo. Pero, quizás nos hemos olvidado de cómo lo hacíamos cuando éramos meros infantes, absorbiendo todo alrededor de nosotros. Cuando un niño aprende una palabra, él la repite constantemente y encuentra diversas maneras de utilizar la palabra hasta que él la hace suya.

 

Quizás debemos seguir su ejemplo. Comencemos hoy. La palabra de hoy es degradar.   La definición de degradar es 1. Privar a alguien de las dignidades, honores, empleos y privilegios que tiene; ó 2. Reducir o desgastar las cualidades inherentes a alguien o algo.    Como los pequeñuelos nosotros utilizaremos esta palabra en varias oraciones para aprenderla y hacerla nuestra. Veamos cómo podemos usar esta palabra en la lección de esta semana.

 

1. El diablo los ángeles que lo siguieron se degradaron a si mismos tanto, que tuvieron que ser echados del cielo (Apocalipsis 12:9).

 

2. Cuando Adán cayó él degradó la raza humana de junto con él (Romanos 5:17 - 19).

 

3. La actitud de autosuficiencia de Caín lo condujo a degradarse tanto que él mató a su propio hermano (Génesis 4:8).

 

4. Pronto, de los descendientes de Caín degradaron su comportamiento en lo inmoral.   Ellos practicaron la poligamia, asesinato, etc. (Génesis 4:17 - 24).

 

5. Todo el mundo Pre-Diluviano se degradó tanto en la inmoralidad que Dios tuvo que destruirlos con una Diluvio (Génesis 6:1 - 8).

 

6. La Biblia cuenta la historia de cómo la humanidad ha rechazado tanto a Dios, y al obrar así se han degradados tan bajamente, que ellos mataron al Hijo del Dios.

 

7. Pero, Dios nos dio esperanza, enviando a su Hijo (Juan 3:16). Cristo se degradó convirtiéndose en pecado por nosotros (Romanos 8:3), para que así el mundo se pudiera salvar de la muerte eterna.

 

8. Debido a esto, no tenemos ninguna excusa para degradarnos hasta la muerte eterna. Si a través de la Fe elegimos a Cristo como nuestro salvador personal, seremos levantados en su Justicia (2 Corintios 5:21).

 

9. Los que rechazan el regalo de la salvación continuarán degradándose; solamente la muerte eterna será su recompensa (Romanos 6:23; Revelación 14:9 -11).

 

¿Dejarás que El te levante de tu degradación?



--
Raul Diaz
www.wolfsoath.com

Thursday, September 28, 2006

Dilatando

Dilatando
 
Era una noche muy oscura y fría.  Ella tenía una vela con una llama tenue para alumbrar su camino a la cama.  En sus días, los pisos eran tierra cubierta con heno, lo que significa que sus pies estaban sucios antes de que fueran a la cama.    Por el lado de su cama había un pequeño tazón lleno con agua.  Ella se sentó por la cama, puso sus pies en el agua fría, y procedió a lavarlos.  Inmediatamente, ella los secó con una toalla pequeña que ella tenía al lado de una tabla - donde ella había puesto la vela.  Tan pronto como ella se secó los pies ella los puso en la cama, apagó la vela, y entonces cubrió su cuerpo entero con sus mantas.  Después de algunos minutos, ella se sintió cómoda y caliente.  Su cuerpo comenzó a sentirse descansada, y ella comenzó a sentir la pesantez del sueño en los ojos.  Tan pronto como ella cerro los, ella oyó el toque en la puerta.  Su Amado Amante deseaba verla.  Él deseaba pasar un tiempo de intimidad con ella.  A ella le molesto que Él la despertara.  Ella decidió permanecer callada, quizás Él se iría.  Él toco insistentemente en la puerta, y después le habló de una manera muy cariñosa, "por favor abre la puerta, mi amor, y deseo verte."  ¡Él continuó pidiendo entrada en su sitio, así que ella finalmente, le dijo airadamente, "!Ahora no!"  La noche esta oscura, y ya apague la vela.  Esta muy frío, y ya estoy caliente bajo mis mantas.  Y, mis pies están limpios; No deseo ensuciarlos yendo a la puerta."  Su amante callo por algunos momentos, y entonces le dijo a ella, "Ha sido un día largo, y no te he visto, añoro pasar tiempo contigo. No lo lamentarás."  Ella le contestó con tono severo, "Regresa mañana."  Él no contesto.  Ella se sintió muy mal por haberlo rechazado, movida con remordimiento, ella se levantó, camino en la oscuridad a la puerta.  Después de algunos momentos encontrando se su camino, ella encontró la perilla.  Ella abrió la puerta, sólo para encontrar que su Amante se había ido.  Ella lloró.  Serían probablemente días antes de que ella viera a su amante otra vez.  Él pudo haberse ido para ver sus campos lejanos, y no volvería pronto.      

¿Suena este panorama familiar?  Si has leído el Cantar de los Cantares de Salomón reconocerás que es una paráfrasis de Cantares 5:2-6.  Él se fue porque ella se dilato en contestar.  Es una costumbre muy común.  Es lo que hacemos cuando no deseamos ser incomodados, importunados, o nos cogen por sorpresa sin preparación.  La muy egoísta e inmadura mujer, encontró más comodidad en el calor y la limpieza de su cama, que en la compañía y la presencia de su Amado Amante.  Ella percibió estaba mejor en su condición, diciendo "de ninguna cosa tengo necesidad" (Apocalipsis 3:17), haciendo así ella rechazó el amor, el calor, la comodidad y la limpieza que solamente Su Amado Amante puede ofrecer.      

Recordaras que Cantar de Cantares de Salomón es una metáfora que describe la relación entre Cristo - El Novio y Amado Amante - y su Novia - La Iglesia.  Cristo no ha vuelto por nosotros, porque - Su Novia La Iglesia - hemos y continuamos rechazándolo.  No amamos su regreso tanto como amamos las cosas de este mundo.  Es solamente cuando Su Novia madura espiritualmente en Él que Él vendrá para Ella.      

Mirémoslo de la perspectiva de Pedro.  Leamos a 2 Pedro 3:9,    

2 Pedro 3:9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

Pedro nos dice que si el Señor se tarda, o si hay algún retraso, esté para nuestro beneficio.  Él no quisiera que falleciéramos, Él está esperando que todos nosotros - Su Novia - nos arrepintamos, y regresemos a Él.  Cuando Su Novia crezca y se madure, dejando atrás sus maneras egoístas y egocéntricas (1 Corintios 13:11), contestando a su llamado cariñosa  - "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo" (Apocalipsis 3:20) - y aceptando su vestimenta de justicia (obras de bien), Lo desearemos tanto a Él como Él nos desea a nosotros, y no dilataremos más.  Él vendrá por nosotros, y estaremos listos para irnos con Él.  Amen.


Raúl Díaz

Friday, September 08, 2006

Confianza en el Señor

Confianza en el Señor   

 

¿En quién o a qué dice la Biblia que debemos confiar?  ¿A quién o a qué debes ser leal?  El hombre sabio dice en Proverbios 3:5, “5 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.  Quizás, él aprendió con su padre el salmista.  David dijo en el salmo 118:8, “Mejor es confiar en Jehová, Que confiar en el hombre.  De hecho, Lucas elogia a los hermanos en Berea por confiar en la palabra de Dios, y no dar por dado la palabra de Pablo, leamos en Hechos 17: 10 - 12,   

 

Hechos 17: 10 Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos.

Hechos 17:11 Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.

Hechos 17:12 Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres.

 

En la Biblia la palabra confianza significa encomendarse o tener esperaranza.  Cuando confías en que alguien (o algo) buscarás su refugio o huirás hacia ellos (o allí) para hallar protección.  Cuando confiamos en alguien nos sentiremos seguros, descansados o descuidados en su presencia.  Cuando confías en alguien puedes depender de él.  ¿A quién buscamos para refugio o vamos a ellos para protección cuando estamos en apuros?  ¿En la presencia de quien nos sentimos seguros?  ¿En quién confiamos o dependemos?  Supe de un pastor que dijo que él confiaba implícitamente en la conferencia que lo empleó.  Seis meses más adelante que la misma conferencia lo despidió.     

 

No se de ningún verso en la Biblia que dice que debemos confiar en las instituciones, las organizaciones o las que las representan.  Como David y Salomón diijeron nuestra confianza deben estar puesta en Dios y Su Palabra.  Como los hermanos en Berea, cuando cualquier persona viene a nosotros debemos probar sus palabras y acciones contra la palabra de Dios.  Isaías 8:20 nos instruye específicamente cómo hacerlo, “20 !!A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.  Desafortunadamente, muchos creen que porque una persona tiene un título o una posición que esta persona sabe que es lo mejor.  Tan pronto ven inconsistencias, no lo van al Señor en oración ni prueban sus palabras y acciones contra la palabra de Dios.  Siguen a lo largo de la trayectoria de la destrucción.  Pusieron su confianza en hombres.  Otro, simplemente, se rebelan y endurecen sus corazones contra los que se parezcan contrarios a la palabra de Dios.  Encuentran faltas y discuten con tradiciones y herencias históricas como su autoridad y fuente de entendimiento.  Ambos extremos son ejemplos de apoyarte “en tu propia prudencia.”     

 

¿Debemos ser sospechosos de toda la gente que camine en nuestra vida?  Cuando caminamos en el Espíritu esto no debe ser un problema.  Simeón y Ana no tenían ningún problema en reconocer a Jesús (Lucas 2:26 - 38.)  San Juan Bautista, asimismo, reconoció a Jesús en la distancia (Juan 1:33).  El Espíritu viviendo en nosotros nos dirá o nos dará el discernimiento en cuanto a quién es digno de confianza y quién no es, y cómo debe nosotros proceder mientras que nos relacionamos con otros en nuestras vidas.  Puede ser que seas llamado a reprender en amor a estos hermanos (Mateo 18:15 - 20).  Para la mayor parte de nosotros, la oración por los que estén siguiendo una trayectoria incorrecta, sin importar quiénes son - niños, hermanos, amigos, pastores, líderes de la iglesia, etc., es mejor que no hacer nada.  Los que confían en verdad en Dios orarán que Dios haga para otros como él hizo con ellos.


 

Friday, August 04, 2006

Perdón para el pecado desconocido

Perdón para el pecado desconocido

 

Un actor muy famoso de cine fue detenido por manejar su coche indebidamente.  El oficial de policía sospechó que el conductor estaba conduciendo bajo la influencia del alcohol.  El oficial se acercó a la ventana del coche y antes de que él pudiera pedir la licencia al conductor, él pudo oler el alcohol.  Él pidió inmediatamente al actor se bajara del coche.  El actor, molestado por la petición, y comenzó a insultar al oficial.  Reconociendo al actor, el oficial de policía le pregunta al actor, si él había estado bebiendo y cuánto tomó.  Ahora enfurecido, el actor le dice al oficial, "Ese no es problema tuyo."  El oficial de policía pide al actor una más vez, que salga del coche.  El actor en ese momento dice al oficial algunas impropiedades sobre el evidente trasfondo étnico del oficial, y después agrega, "La razón por la que este mundo tiene problemas está debido a tu gente."  El siguiente día el incidente fue publicado por todos los medios comunicativos.  Mas tarde el actor publica una declaración disculpándose, que decía en parte, "es un hecho reconocido que un efecto del alcohol es que pierden las inhibiciones.  Dices cosas que no dirías sobrio.  Sin embargo, dije lo que estaba dentro de mi corazón.  Yo no sabia que dentro de mi corazón había sentimientos tan oscuros sobre otros grupos étnicos.  Mientras que el incidente fue de si bochornoso, lo qué reveló en mi corazón es humillante."  Con este incidente el actor realizó que abrigamos pecado en nuestros corazones y podemos no estar enterados de ello.     

 

En el capítulo 9, Daniel ora por el perdón para él y su gente.  Pero, hay algo inusual sobre su oración.  Daniel se incluyó con su gente.  Leamos algunos versos de Daniel 9:4 - 19, donde Daniel se incluye con su gente,   

 

5 hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas.

6 No hemos obedecido a tus siervos los profetas,

10 y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas.   

11… porque contra él pecamos..   

13 … todo este mal vino sobre nosotros; y no hemos implorado el favor de Jehová nuestro Dios, para convertirnos de nuestras maldades y entender tu verdad.

14… porque no obedecimos a su voz.   

15… hemos pecado, hemos hecho impíamente.   

16… porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en derredor nuestro.   

18… porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias,   

 

Como puedes ver, la esencia de esta oración no es tan sólo intercesora pero también es corporativa.  Daniel se incluyo entre el grupo por el cual el intercede en la oración.  ¿Por qué Daniel ora de forma corporativa?  Por lo que sabemos, fue la iniquidad de su gente - no la suya – la que condujo a los judíos al cautiverio babilónico.  Daniel quizás entendía que dada las mismas  oportunidades y de circunstancias él habría participado en el pecado de su gente.   ¿Qué separó a Daniel de sus contrapartes? La gracia del dios, a la cual Daniel se sometió, y sus compatriotas no.     

 

Sabemos que Daniel leyó a Jeremías.  Él seguramente debe haber leído a Jeremías 17:9 que dice, "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?"  ¿Podría ser que Daniel confesaba todo el pecado que su corazón puede abrigarse - incluso pecado desconocido para él?  Cual quiera acción o palabra que decimos sale de la abundancia de nuestro corazón (Lucas 6:45).  Toda las accion pecaminosa que cometemos, estámos cometiendo, y cometeremos llacen en nuestros corazones antes de que los dejemos salir hacia fuera.  Todo lo que necesitan estos pecados es la oportunidad correcta para salir.  El problema es que nosotros no podemos saber lo que vive en nuestros corazones.  Sin embargo, Dios sabe los secretos de nuestros corazones (Salmos 44:21).  Daniel, muy probablemente, estaba enterado de esta verdad.  Y Dios, al incluir la oracion de Daniel en este libro, sellado hasta nuestros días, enfatiza la necesidad de ver esta oracion como modelo para nosotros los que vivímos en estos ultimos días.    

 

Dios, sabiendo cuan pecaminosos son nuestros corazones, nos dice a través del profeta Ezequiel, "Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne" (Ezequiel 36:26).   Quizás nuestra oracion debe ser también “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío” (salmo 19:14).     David entendía este concepto del pecado desconocido.  Él probablemente nunca pensó que él era capaz de codiciar a la esposa de su mejor amigo, de cometer adulterio con ella, y de asesinar a su mejor amigo.  Esto es quizás porqué David escribió, “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.” (salmos 51:10).     

 

¿Qué pecados desconocidos llevamos en nuestros corazones?  Si solamente Dios sabe qué existe profunda y secretamente en nuestros corazones, sólo él puede sacarlo hacia fuera.  Pero, debemos dejarlo hacerlo.
 

Friday, July 21, 2006

El juicio: Est�s aqu�

El juicio: Estás aquí  
 
Para los que viajan manejando en las carreteras en los EE.UU., hay lugares a lo largo del camino en donde puedes detenerte a descansar.  Estos lugares, apropiadamente llamados las áreas de descanso, tienen cuartos de baño, máquinas de venta, y otras amenidades.  En muchos áreas de descanso hay un mapa fijado en la pared del área que en estás viajando.  La carretera en que estás viajando es normalmente destacada en este mapa.  Normalmente, hay también en el mapa un círculo oscuro con una flecha con un subtítulo pequeño que lea, “Estás aquí.”  Este círculo te deja saber en el mapa, donde estás en realidad.  Este sistema del círculo, la flecha, y del subtítulo, también se utiliza en estructuras de edificio grandes como centros comerciales, centros de convención, o parques de atracciones.  Ves un directorio, y en este directorio puedes ver un mapa del lugar.  Entonces en el mapa, verás un círculo oscuro, una flecha pequeña, y un subtítulo que lea, “Estás aquí.” 
 
Las profecías históricas como las encontradas en Daniel 2 y 7 son como esta clase de mapas que nos dejen saber donde estamos en cuanto a la historia de este mundo.  Estas profecías históricas comienzan normalmente cuando se dan.  En el caso de Daniel 2 y 7, comienzan con el reino de Babilonia, puesto que fueron reveladas a Daniel durante el reinado del Babilonia en el área.  Las profecías subsecuentes omiten a Babilonia porque fueron dadas después de la caída de Babilonia. Se omite cualquier cosa que sucediera antes del tiempo en que se da la profecía.  Conjeturo que Dios asume que el profeta puede leer las escrituras hasta entonces reveladas, y descubrir que pasó antes del tiempo de los profetas.  Mientras la profecía continua revela a los profetas, y a nosotros, qué acontecimientos seguirán en la historia del mundo.  Noten que culminan siempre con la extirpación de reinos terrenales y el establecimiento del reino eterno de Dios.  Resumiendo, las profecías históricas demostraron a Daniel dos cosas:     
 
1.  Donde él estaba en el horario del plan de Dios de la salvación - estás aquí,  
2.  Y, como continúa la historia del mundo con la culminación gloriosa el establecimiento del reino de Dios – a donde se dirige.      
 
Sin embargo, la profecía no sólo dice a Daniel donde él estaba históricamente, esta puede también decirnos a nosotros donde estamos.  Si seguimos la profecía y la interpretación, pronto descubriremos que entre la caída de la Roma papal en el final del décimo octavo siglo y del regreso de Cristo, hay ahí un juicio (Daniel 7:9, 10).  Pues hemos estudiado ya que el juicio justifica a Dios, Su carácter, Su gente, y el carácter de Dios en ellos.  El juicio también expone a los que profesen, tener “apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella” (2 Timoteo 3:5), de los que en verdad Temen a Dios, y le dan gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adoran a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. (Apocalipsis 14:7).    
 
El sentido común entonces nos dice que estamos ahí: en la época del juicio.  Sí, mi amigo, nos están juzgando. Nuestros nombres y los de todos que han profesado adorar a Dios se están repasando para considerar si las obras de bien de Cristo (Su Justicia) moran en nosotros.   De hecho, es por eso que Apocalipsis 3 nos llama Laodicences - gente juzgada.  Para los que han recibido el manto de las obras de bien de Cristo  y su amor perfecto - ágape - no hay nada temer.  El juicio es buenas noticias para ellos.  Pero, para las que caminan dormidos espiritualmente diciendo, Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo (Apocalipsis 3:17), el juicio es malas noticias.  Sin embargo, incluso entonces, podemos superar nuestro miedo del juicio, porque Dios nos anima a que compremos de él el remedio a nuestro problema del pecado y al miedo que nos causa, leamos en Apocalipsis 3:18 - 21,   
 
18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
 
Qué hermosas invitación y promesa ofrece este pasaje.  Todo lo que Dios pide de nosotros es oír su voz y llamado a las puertas de nuestro corazón, dar vuelta hacia él y dejarlo entrar.  A nosotros los que aceptemos esta invitación: él cenara con nosotros, y nos sentara en su trono.  Entonces el juicio se convertira en un recordatorio de esa maravillosa invitación y promesa que Jesús nos ha hecho.

Friday, June 23, 2006

La esencia de la profec�a

 La esencia de la profecía
 
Victoria fue a la tienda a comprar una colonia.  Ella buscaba una marca de fábrica específica.  Era un perfume muy exclusivo, muy difícil de conseguir.  El vendedor le informo, “las buenas noticias es que nos queda una botella.  Las noticias siguientes pueden ser buenas o malas; depende de ti.  Tenemos solamente el extracto.”  Victoria preguntó a vendedor, “Excusa mi ignorancia, pero ¿que es extracto?”  El vendedor contestó, “El extracto es la forma concentrada de perfume vendida.  Porque es más concentrado el olor es más intenso y dura más tiempo.”  ¿La curiosidad de Victoria incremento, “tú quieres decirme que el perfume esté diluido?  El vendedor graciosamente contestó, “Pues, sí.  La esencia del perfume se diluye en etanol y agua.  Mientras más concentrado mejor es y por supuesto es más costoso.  Por eso es qué dicen que el mejor perfume viene en botellas pequeñas.  Son concentrados.  Lo que también quiere decir que puede ponerse menos cantidad, y aún huele tan bien como cuando se pones muchos Colonia, que es mas diluido.”  Victoria pregunto al vendedor, “¿Es como el jugo concentrado o algo similar?  El vendedor se rió por ingeniosidad, pero se dio cuenta que ella había entendido.  Y después dijo, “Sí.  El jugo concentrado sería la esencia que disolvemos en agua.”     
 
Además de perfume, muchas de las cosas que compramos o que comemos tienen ingredientes esenciales.  Por ejemplo: el pan tiene harina, las tortillas de huevos tienen huevos, y las medicinas tienen normalmente un ingrediente activo.  La palabra esencia viene de la palabra latina que significa “ser.”  La esencia se puede definir como las características intrínsecas o imprescindibles que sirven para caracterizar o para identificar algo; el ingrediente más importante; el elemento crucial; un extracto que tiene las características fundamentales de una sustancia en la forma concentrada (un extracto en una solución del alcohol, tal como perfume); o algo que existe, especialmente una entidad espiritual o incorpórea.  Sin extracto esencial el perfume no es nada sino alcohol.     
 
Con esto en mente leamos Apocalipsis 19:10,    
 
Apocalipsis 19:10  Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.
 
¿Qué tiene que la esencia ver con este verso?  Es interesante que en el griego bíblico la palabra “espíritu” usado en este verso se puede traducir como esencia.  La profecía es una elocución dicha por una persona inspirada por el Espíritu Santo que nos revela nuestra pecado nosotros y la solución de Dios para el pecado en la persona de nuestro Salvador y Señor Jesucristo.  La esencia de la profecía según la revelación 19:10 es el testimonio de Jesús.  Toda la profecía que viene de Dios esencialmente está dando un testimonio de Jesús como el salvador del mundo.     
 
Esto tiene una connotación interesante para ésos elegidos en el final de los días para ser los recipientes del flujo del Espíritu Santo en la forma de la lluvia tardía.  Apocalipsis 19:10 y 12:17 dice que tienen el testimonio de Jesús.  Estos serán a los que se les confien la voz potente de Apocalipsis 18.  Este flujo de poder vendrá con los dones proféticos tal como leemos en Joel 2:28, 29: 
 
Joel 2:28 28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.
Joel 2:29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.    
 
Este grupo especial  - que Apocalipsis llama los 144.000 - serán todo profetas, tal como Elías (Malaquías 4:5).  Sin embargo, apenas como Elías, su misión principal no será la destrucción y la matanza de los que adoran a Baal.  No, será “...volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición” (Malaquías 4:6).  Esto sucederá solamente si los que oyen este mensaje de la voz potente: escuchan, prestar atención y siguen al mensaje para dar vuelta a tus corazones hacia Dios.     
 
Elena White dice que todos nosotros debemos esforzarnos ser parte de este grupo especial.  Sin embargo, muchos de nosotros no seremos parte de este grupo.  Dormiremos antes de que se vierta la lluvia tardía.  Pero, tal como David no fue dado el privilegio de construir el templo, y sin embargo, fue dado el privilegio de entrenar a quién lo haría, El nos dará también el privilegio de entrenar a los que serán parte de ese grupo en el camino que deben ir (Proverbios 22:6) - los que recibirán este flujo especial y poderoso del Espíritu.  Debemos cerciorarnos de que reciben la lluvia temprana, que los preparará para crecer a la plenitud, la estatura y la perfección de Cristo.  Cuando abandonan todo  pecado y reflejan el carácter perfecto de la justicia y obras de bien de Cristo es que la lluvia tardía será vertida en ellos.  Esto permitirá a este grupo acabar el trabajo de predicar la Voz Potente - el Evangelio - a todas las partes del mundo.  También las preparará para el privilegio especial de ver el regreso de Cristo, y será trasladados al cielo según lo descrito en 1 Corintios 15:51 - 55.


Friday, May 26, 2006

El mejor tipo de testigo

Los juicios siempre usan testigos. Un testigo es alguien que tiene conocimiento de primera mano sobre un crimen o un acontecimiento dramático con sus sentidos (e.g. el ver, oir, oler, tocar) y puede ayudar a certificar consideraciones importantes al crimen o al acontecimiento. Sabemos que los abogados - en ambos lados - utilizan testigos para atestiguar para o contra el demandado. También hemos aprendido que hay diversos tipos de testigos. Hay un testigo que ha considerado el acontecimiento de primera mano como testigo presencial. Un testigo material es un individuo que contiene la información “material” a un procedimiento criminal. El testigo del carácter habla del demandado para convencer al jurado de que no haya manera que esta persona habría podido hacer de lo que le acusan. Hay tambien estos testigos expertos. No conocen al demandado, ni vieron lo qué sucedió. Ellos toman la evidencia encontrada en la escena de crimen, que técnicamente estaba presente en la escena del crimen, y en un sentido, hablan lo que dice la evidencia en palabras que el jurado entenderá.

El Espíritu es quien da testimonio – o atestigua - de Jesús. Leamos a Juan 15:26,

Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, Él dará testimonio acerca de mí.

En el griego bíblico, atestiguar significa dar testimonio, ser testigo, tener un buen informe, afirmar que uno ha visto u oído o experimentado algo, o que él lo sabe porque es enseñado por la revelación o la Inspiración Divina. ¿Quién mejor posible para atestiguar que quién estuvo allí presente de manera activa en todo el proceso? Miremos esta lista que demuestre cómo el Espíritu estuvo ligado con Jesús.

1. Jesús fue concebido por el Espíritu Santo (Mateo 1:18, 20).
2. Él llenó a Jesús de su presencia (Lucas 2:40).
3. El Espíritu santo estaba allí cuando Juan bautizó a Jesús dando su aprobación a Jesús (Mateo 3:16).
4. El Espíritu condujo a Jesús donde él debia ir (Lucas 4:1,14).
5. Jesús realizó milagros con el poder del Espíritu santo (Mateo 12:28).
6. Jesús admitió que todo lo que Él podía hacer era debido al Espíritu que estaba sobre Él (Lucas 4:18).

Es el deseo del Espíritu hacer con a nosotros como Él hizo con Jesús. El Espíritu Santo es responsable de nuestro nuevo nacimiento. Uno no puede ser nacido a menos que uno se conciba primero. Es el Espíritu Santo nos re- concibe espiritualmente para nuestra experiencia del nuevo nacimiento (Juan 3:5 - 8). Él nos llena de su presencia. La muestra de esto es los dones y su fruto (1 Corintios 12:4; Gálatas 5:22 - 24). Él nos conduce a donde debemos ir. A travez del Espíritu Santo haremos cosas incluso mayores que Jesús.

No necesitamos preocuparnos qué decir. El Padre y Jesús ambos desean enviarnos el Espíritu Santo (Lucas 1:13; Juan 14:26; 15:26; 1 Tesalonicenses 4:8). El Espíritu Santo traerá lo que debemos decir a nuestra memoria (Marcos 13:11). El Espíritu Santo es nuestro sello de la promesa hasta el día del la redención. Cuál hermosa promesa: ¿que Él, quién trajo a Jesús adelante, también nos traerá hacia a Jesús?

Friday, April 28, 2006

Esperando en sumisión

En Samuel 3 se cuenta la historia de cómo Samuel tuvo su primer encuentro con Dios mientras que aún era muy joven. Dios le dio un mensaje para Elí, el Sumo Sacerdote y mentor de Samuel. Pues leemos en este pasaje, realizamos que Samuel tenia miedo de relatar el mensaje. Leamos en Samuel 3: 15 - 18,

15 Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel temía descubrir la visión a Elí.
16 Llamando, pues, Elí a Samuel, le dijo: Hijo mío, Samuel. Y él respondió: Heme aquí.
17 Y Elí dijo: ¿Qué es la palabra que te habló? Te ruego que no me la encubras; así te haga Dios y aun te añada, si me encubrieres palabra de todo lo que habló contigo.
18 Y Samuel se lo manifestó todo, sin encubrirle nada. Entonces él dijo: Jehová es; haga lo que bien le pareciere.

Samuel evadió a Elí. Pero, Elí vino a Samuel. Así pues, cuando era hora para el pequeño Samuel de entregar la palabra del Señor a Elí, Elí mismo pidió él. Dios entonces dio a Samuel las palabras a decir, la oportunidad, y el valor para hablar. Samuel esperó para utilizar su don cuando le fue dado para hacerlo.

Éste es la manera en que Dios trabaja. Dios puede darle un mensaje y el don para entregarlo. O, Él puede darle un trabajo y un don para realizarlo. Pero los detalles exactos en cómo el mensaje será entregado o el trabajo será hecho, es normalmente dado a base de necesidad. Si es un mensaje, Dios proporcionará las palabras exactas a decir, el tono de la voz, cuando y donde relatar el mensaje. Si nos ponemos a disposición del trabajo que el Espíritu Santo hace en nosotros, y si escuchamos su voz, entregaremos el mensaje como si Él mismo lo diera. Así es cómo el Señor trabajó con sus discípulos. Jesús dijo sus discípulos momentos antes de su ascensión y después de darles su comisión, "He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre(A) sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto” Lucas 24:49.

Y en Jerusalén se quedaron. Se rezagaron en Jerusalén estudiando las escrituras, confesando y arrepintiéndose de pecado, abandonando autosuficiencia, y rindiéndose a los amonestaciones del Espíritu Santo. Creyeron la promesa que Jesús les dio, "pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra" Hechos 1:8.

Diez días después de la ascensión de Jesús la promesa fue cumplida en una manera increíble. Leamos en Hechos 2: 1-6,

Hechos 2: 1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
Hechos 2: 2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
Hechos 2: 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Hechos 2: 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Hechos 2: 5 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.
Hechos 2: 6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.

El Espíritu Santo se hizo cargo de todo. Él dio a sus discípulos las palabras para decir, la manera de la cual serían dichas, y abrió la oportunidad de decirlas. El sonido del Espíritu que acometió en la ventana como viento violento y las voces de los discípulos que les hablan en las lenguas extranjeras desconocidas a ellos - no obstante conocidas a la gente reunidas en Judea para la festividad - atrajo la atención de la gente.

No hubo necesidad de anuncio o promociones. No hubo necesidad de clases de predicar o enseñar. No hubo necesidad de un estudio de mercadeo. Todo que lo que fue necesario era un corazón en sumisión al Espíritu de Dios que mora en nosotros. Los discípulos esperaron para utilizar su regalo cuando les fue dado para hacer tan.

Si nos rendimos a Dios como Samuel. Si esperamos en sumisión al Espíritu de Dios como los discípulos. Entonces esperaremos también para utilizar nuestro don cuando se nos sea dado a nosotros para hacerlo. Entonces Dios nos dará las palabras, el poder, y la oportunidad de decirlas con el poder y en la manera en la cual decirlas. Esperemos en sumisión y escuchemos.

Friday, April 21, 2006

Una promesa condicional

Tal como la mayoría de los niños a Andy le encantaba el postre. Él siempre anticipaba el postre. Él especialmente amaba el helado. Pero, sus padres tenían una regla y eran insistentes en ella. La regla era que él se comiera todos sus vegetales antes de que él pudiera comer el postre. Él no tenia gusto de los vegetales tanto como del postre. De hecho Andy pensaba que si él pudiera comer el postre en vez de sus vegetales él sería muy feliz. Pero, sus padres nunca lo dejaban. Ellos eran muy estrictos sobre su regla. Andy por supuesto, pensaba que si él pudiera no comer vegetales él podría comer más postre. Él solo pensaba que sus padres le estaban dando un mal rato.

Un día Andy decidió desafiar a sus padres. Él no comería vegetales ese día. Sus padres insistieron, pero mientras mas insistían más Andy los desafiaba. Después de un rato lo dejaron solo. Y él pensó, "Gane la batalla." Pronto cada persona en la mesa estaba lista para el postre. Removieron los platos, incluyendo el plato de Andy con los vegetales. Después de esto, cada un en la mesa recibió un tazón lleno de helado. Andy pensó, "Ahora sí puedo comer mucho más que lo que generalmente como porque mi estomago no esta lleno." Pero, para su sorpresa no le dieron ningún tazón lleno de helado. Él pregunto, "¿Donde está mi helado?" El papá lo miro con una mirada muy severa, diciéndole, "Tú decidiste no comer tus vegetales, así que por lo tanto no tendrás ningún helado." Andy miro a su papá sorprendido. Él pregunto, "¿si yo ahora como mis vegetales, me darían un poco de helado?" Su madre contesto, "¿Y qué vegetales comerías, Andy?" Él miro a la mesa y realizó que le habían quitado su plato. Era demasiado tarde para Andy. Él estaba muy triste ese día. Él aprendió una lección muy dura. Los padres de Andy solo satisfarían la promesa del helado a Andy, si él hubiese comido sus vegetales.

El título de la lección de esta semana es "La Promesa del Espíritu." Vemos en las Escrituras que nos es prometido. Todavía, no vemos ninguna indicación que Dios ha cumplido su promesa. ¿Ha guardado Dios su palabra? ¿O es que nosotros como Andy no hemos cumplido la condición para que Dios guarde su promesa? Hebreos 1:9 puede darnos la respuesta. Este verso dice sobre Jesús,

Hebreos 1:9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros

Este verso es un ejemplo perfecto del concepto de causa y efecto. La expresión "por lo tanto" significa: Por esa razón o por esa causa; por lo tanto. Lo que esto significa es que la primera cláusula de la oración causa la segunda cláusula. Sabemos que el aceite representa el Espíritu Santo. Y el término - compañeros - refiere a los socios de Jesús - nosotros. Es decir Cristo fue ungido con el Espíritu Santo más que nosotros, porque Él odió la iniquidad y amó la justicia. No porque Él era Dios, pero porque como el hijo del hombre, que asumió la semejanza del pecado, Él odió la iniquidad y amó la justicia.

Esto implica que la razón por la que no se nos ha ungido ni llenado con el Espíritu Santo, tanto como era Jesús, porque amamos iniquidad y odiamos la justicia. En otras palabras rendimos a nuestros deseos pecaminosos y nos oponemos al Espíritu Santo que incita para convencernos de pecado. Esto puede contestar el porqué Dios no ha contestado nuestro oración para verter la lluvia tardía. Si Él nos llenara del Espíritu mientras que todavía estamos acariciando pecado, nos consumiría o mataría. Recuerden que ningún pecador puede ver a Dios y vivir.

¿Qué tal los discípulos? ¿No fueron ungidos con el Espíritu y fuego? Sí, ellos fueron. ¿No eran pecadores también? Sí, lo eran. Sin embargo, durante los días que pasaron esperando en el compartimiento superior, ellos se vertieron sobre las Escrituras, orando, y al ser convencidos de pecado, se rindieron al llamado del Espíritu Santo. Mientras que se rendían a la convicción del Espíritu, se confesaron y se arrepintieron. Cuanto más se rendían a la convicción del Espíritu, confesaban, y arrepentían, más el Espíritu Santo moraría en ellos y ellos en el Espíritu. Este proceso continuó hasta que el Espíritu los llenó tanto de su presencia, que virtualmente se convirtieron en uno con el Espíritu tal como Cristo era uno con el Padre. Una vez que fueran uno con el Espíritu los discípulos se convirtieron corporativamente en uno. Todos abandonaron deseos egoístas, egocéntricos, y de grandeza. Una vez que permitieran que el Espíritu les demostrara todas las cosas desde la perspectiva de la cruz, como Pablo, todas las cosas se convirtieron en desperdicio y Cristo se hizo su todo.

¿Debemos orar para el cumplimiento de la promesa del Espíritu? No a menos que deseamos morir. ¿Qué debe ser nuestra oración? Debe ser que nos rindamos al llamado del Espíritu de convencimiento de pecado. La oración debe ser que confesamos nuestros pecados y nos arrepintamos. Como con los discípulos, cuanto más hagamos esto, más el Espíritu morará en nosotros. Y, será asi que un día seremos tan llenados del Espíritu que seremos uno con Él, y Él uno con nosotros. Y, por lo tanto seremos uno con los que sean uno con el Espíritu Santo.