Dilatando
Era una noche muy oscura y fría. Ella tenía una vela con una llama tenue para alumbrar su camino a la cama. En sus días, los pisos eran tierra cubierta con heno, lo que significa que sus pies estaban sucios antes de que fueran a la cama. Por el lado de su cama había un pequeño tazón lleno con agua. Ella se sentó por la cama, puso sus pies en el agua fría, y procedió a lavarlos. Inmediatamente, ella los secó con una toalla pequeña que ella tenía al lado de una tabla - donde ella había puesto la vela. Tan pronto como ella se secó los pies ella los puso en la cama, apagó la vela, y entonces cubrió su cuerpo entero con sus mantas. Después de algunos minutos, ella se sintió cómoda y caliente. Su cuerpo comenzó a sentirse descansada, y ella comenzó a sentir la pesantez del sueño en los ojos. Tan pronto como ella cerro los, ella oyó el toque en la puerta. Su Amado Amante deseaba verla. Él deseaba pasar un tiempo de intimidad con ella. A ella le molesto que Él la despertara. Ella decidió permanecer callada, quizás Él se iría. Él toco insistentemente en la puerta, y después le habló de una manera muy cariñosa, "por favor abre la puerta, mi amor, y deseo verte." ¡Él continuó pidiendo entrada en su sitio, así que ella finalmente, le dijo airadamente, "!Ahora no!" La noche esta oscura, y ya apague la vela. Esta muy frío, y ya estoy caliente bajo mis mantas. Y, mis pies están limpios; No deseo ensuciarlos yendo a la puerta." Su amante callo por algunos momentos, y entonces le dijo a ella, "Ha sido un día largo, y no te he visto, añoro pasar tiempo contigo. No lo lamentarás." Ella le contestó con tono severo, "Regresa mañana." Él no contesto. Ella se sintió muy mal por haberlo rechazado, movida con remordimiento, ella se levantó, camino en la oscuridad a la puerta. Después de algunos momentos encontrando se su camino, ella encontró la perilla. Ella abrió la puerta, sólo para encontrar que su Amante se había ido. Ella lloró. Serían probablemente días antes de que ella viera a su amante otra vez. Él pudo haberse ido para ver sus campos lejanos, y no volvería pronto.
¿Suena este panorama familiar? Si has leído el Cantar de los Cantares de Salomón reconocerás que es una paráfrasis de Cantares 5:2-6. Él se fue porque ella se dilato en contestar. Es una costumbre muy común. Es lo que hacemos cuando no deseamos ser incomodados, importunados, o nos cogen por sorpresa sin preparación. La muy egoísta e inmadura mujer, encontró más comodidad en el calor y la limpieza de su cama, que en la compañía y la presencia de su Amado Amante. Ella percibió estaba mejor en su condición, diciendo "de ninguna cosa tengo necesidad" (Apocalipsis 3:17), haciendo así ella rechazó el amor, el calor, la comodidad y la limpieza que solamente Su Amado Amante puede ofrecer.
Recordaras que Cantar de Cantares de Salomón es una metáfora que describe la relación entre Cristo - El Novio y Amado Amante - y su Novia - La Iglesia. Cristo no ha vuelto por nosotros, porque - Su Novia La Iglesia - hemos y continuamos rechazándolo. No amamos su regreso tanto como amamos las cosas de este mundo. Es solamente cuando Su Novia madura espiritualmente en Él que Él vendrá para Ella.
Mirémoslo de la perspectiva de Pedro. Leamos a 2 Pedro 3:9,
2 Pedro 3:9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Pedro nos dice que si el Señor se tarda, o si hay algún retraso, esté para nuestro beneficio. Él no quisiera que falleciéramos, Él está esperando que todos nosotros - Su Novia - nos arrepintamos, y regresemos a Él. Cuando Su Novia crezca y se madure, dejando atrás sus maneras egoístas y egocéntricas (1 Corintios 13:11), contestando a su llamado cariñosa - "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo" (Apocalipsis 3:20) - y aceptando su vestimenta de justicia (obras de bien), Lo desearemos tanto a Él como Él nos desea a nosotros, y no dilataremos más. Él vendrá por nosotros, y estaremos listos para irnos con Él. Amen.
Raúl Díaz