Friday, April 01, 2011

¿Hace la Ropa al Hombre?


¿Hace la Ropa al Hombre?


Hay un cuento popular italiano que habla de un hombre llamado Giufà.  Giufà era un simplon, por lo que nadie le mostró alguna amabilidad, como para invitarlo a su casa o darle algo de comer. Una vez Giufà fue a una granja para algo, y los agricultores, cuando lo vieron tan desdeñado y pobre, se acercaron a él, le echaron los perros y le hicieron salir a toda prisa.  Cuando su madre lo oyó le procuró una capa fina, un par de pantalones y un chaleco de terciopelo.  Giufà vestido como un supervisor, fue a la misma granja,  y a continuación, deberían ver qué grandes ceremonias hicieron.  Le invitaron a cenar con ellos. Mientras en la mesa todos estaban muy atentos a él. Giufà, por un lado, lleno su estómago y por otro, puso en los bolsillos, abrigo y sombrero lo que quedaba, diciendo: "Coman, mis ropas, pues fueron invitadas."


El mismo hombre vestido de manera diferente fue tratado diferente.  Solo la ropa cambio, nada más.  Lamentablemente, las personas miran en la superficie y determinan cómo creen que debería ser el interior por lo qué ven afuera.   Probablemente asumen que el interior y el exterior deben ser consistentes.  Una vieja expresión puertorriqueña viene a la mente: un mono aunque se vista con seda, mono se queda.  Sin embargo, cuando la gente se viste de manera diferente tienden a comportarse diferentes; al menos en parte, podría explicar por qué se les trata diferente.   Pero, comportarse de cierta forma no significa que eres de cierta manera.  Utilizando una popular expresión Estadounidense, "solo porque se parece a un pato, anda como un pato y grazna como un pato, no quiere decir que es un pato." 


La Biblia habla de: lobos en vestidos de oveja, muchos que pretenden trabajar en su nombre y conocerlo, muchos con un forma de piedad pero negando su poder y muchos afirmando haber trabajo para Jesús, mientras Jesús dice no te conozco.  Estos hacen obras que parecen Divinas y justas pero no lo son.   Por lo tanto, puede haber distinción entre lo que hacemos y lo que somos.  Dios está tratando de hacerlo consistente.  Quiere personas justas para hacer obras justas.  


¿Qué es la justicia?  Es la condición y el resultado de ser justos.  Justo a su vez es una palabra para describir a alguien que es buena y hace el bien.  Ser Justo es actuar en acuerdo con la ley divina o moral.  Es o actuar libre de culpa o pecado.  Pero, sólo Dios es así.  Como dice Pablo, " No hay justo, ni aun uno" (Romanos 3: 10).  La mayoría de nosotros no es consciente de que estamos desnudos o que nuestros vestuarios no son más que trapos sucios (Apocalipsis 3: 17; Isaías 64:6).  Para poder ser justos debemos ser hechos justos.  Entonces, ¿cómo Dios nos hace justos?  La Biblia explica esto de muchas maneras, pero sigamos con el símbolo de prendas de vestir.  Apocalipsis 3: 18 nos da la respuesta: " Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres… vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez..."  Compra de Dios su manto de rectitud (justicia) y póntela.  


Conectando el proceso de hacernos justos a la justicia de Cristo, Elena White explica qué es vestirse con su manto de justicia,

 

"Por su perfecta obediencia ha hecho posible que cada ser humano obedezca los mandamientos de Dios. Cuando nos sometemos a Cristo, el corazón se une con su corazón, la voluntad se fusiona con su voluntad, la mente llega a ser una con su mente, los pensamientos se sujetan a él; vivimos su vida. Esto es lo que significa estar vestidos con el manto de su justicia."(PALABRAS DE VIDA DEL GRAN MAESTRO, p. 254).


Esta prenda o túnica es su carácter.  "Este manto, tejido en el telar del cielo, no tiene un solo hilo de invención humana. Cristo, en su humanidad, desarrolló un carácter perfecto, y ofrece impartirnos a nosotros este carácter."  (PALABRAS DE VIDA DEL GRAN MAESTRO, p. 254).   Elena White explica en el Deseado de todas Las Gentes,


"La Ley requiere justicia, una vida justa, un carácter perfecto; y esto no lo tenía el hombre para darlo. No puede satisfacer los requerimientos de la santa Ley de Dios. Pero Cristo, viniendo a la tierra como hombre, vivió una vida santa y desarrolló un carácter perfecto. Ofrece estos como don gratuito a todos los que quieran recibirlos. Su vida reemplaza la vida de los hombres. Así tienen remisión de los pecados pasados, por la paciencia de Dios. Más que esto, Cristo imparte a los hombres atributos de Dios. Edifica el carácter humano a la semejanza del carácter divino y produce una hermosa obra espiritualmente fuerte y bella. Así, la misma justicia de la Ley se cumple en el que cree en Cristo. Dios puede ser 'justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús' (Romanos 3:26)" (DTG 710, 711).


Así, el carácter hace al hombre, no la ropa.  Y un Carácter piadoso hace a hombres piadosos.  ¿Permitiremos á Cristo nos vestir con su manto?  ¿Le permitiremos darnos su justicia?




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Raul Diaz
www.wolfsoath.com

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