Friday, September 17, 2004

Tratar a los líderes

Comentario a la Escuela Sabática

En los 24 años que llevo como miembro de la iglesia Adventista del Séptimo Día he oído hablar a la gente de cuan descontenta están con los dirigentes de la iglesia. Pueden imaginarse que durante estos años, también he oído acerca de un gran número de escándalos. Los ejemplos son muchos: adulterio, homosexualidad, adulterio, malversación, y apostasía. Todo esto combinado con decisiones pobres por parte de los lideres, puede hacer que cualquier persona quede desconfiada, enojada y cínica. El hecho de que los lideres sufran recibiendo pensamientos negativos de la membresía de la iglesia es triste, desafortunado, y disturba. ¿Acaso no es Dios el designa a los líderes? ¿ Ha hecho Él decisiones pobres a través de la historia? Una cosa está para seguro, los líderes de la iglesia no son perfectos. Fallan a menudo. Esto trae a la luz lo que dice la Biblia sobre nuestra naturaleza humana, que es, " Como está escrito: No hay justo, ni aun uno..." Romanos 3:10.

Lo que quizás me disturba más es el hecho de que en mis 24 años en la iglesia, los momentos en que alguien ha sugerida orar por nuestros lideres cuando "discutimos" sus problemas ha sido muy poco. (Tengo que confesar que no fui yo el que hizo la sugerencia.) Cuando se hizo la sugerencia, convinimos vergonzosamente que sería la mejor cosa a hacer. Sin embargo, ninguno de nosotros ofreció hacerlo entonces. Gozamos vergonzosamente de el chismear sobre los varios líderes a través de la iglesia mundial. Lo hacemos en enojo y desprecio. De hecho, declaramos un falso testimonio de nuestro hermano. En dejar que nuestro enojo fluya libremente con el chisme, en calumniar a otros, los asesinamos en nuestros corazones. A menudo, el chismear es una forma de venganza. Por supuesto, esto significa que estamos siendo implacables contra las faltas de nuestros vecinos. Con el chisme nosotros manchamos el carácter de otros, y destruimos sus reputaciones, y generalmente, nos comportamos como si nuestros fuera perfecto. Olvidándonos de que, “Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido” Mateo7:2.

La Biblia es clara en que debemos confiar en nuestros líderes, someternos a ellos, tan bien como apoyarlos y animarlos – siempre y cuando sigan la voluntad de Dios. Si caen en pecado, nosotros debemos orar y traer a su atención el problema. Si eso falla, debemos, ir con 2 o más testigos, a tratar de resolver el conflicto según lo descrito en Mateo 18. Si todo eso falla, entonces recordemos mantener al líder en oración. Pablo hace esta petición en 2 Thessalonians 3:1, " Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros." Su petición nos recuerda que orar por ellos, es algo que debíamos haber hecho todo el tiempo. Si hubiésemos intercedidos en su favor, quizás no habrían fallado en primer lugar. La hermana White tiene esto que decir sobre la oración por otros: esos por los que oramos pueden rechazar nuestros consejos, y nuestras acciones de amor pueden no poder alcanzarlos, pero no así nuestras oraciones. Nuestras oraciones pueden alcanzar su corazón incluso si no saben que estamos orando para ellos.

Como humano David tenía razones para matar al Rey Saúl. Después de todo, Saúl procuró tomar su vida. Así David habría podido tomar represalias, y habría sido considerado como autodefensa. Aun asi, David nunca levantó su mano para matar a Saúl. Durante una oportunidad cuando el Rey Saúl dormía en una cueva en el yermo de Engedi, David perdonó su vida. En la salida del sol David gritó a él desde la distancia, (1 Samuel 24:10)

10 He aquí han visto hoy tus ojos cómo Jehová te ha puesto hoy en mis manos en la cueva; y me dijeron que te matase, pero te perdoné, porque dije: No extenderé mi mano contra mi señor, porque es el ungido de Jehová.
11 Y mira, padre mío, mira la orilla de tu manto en mi mano; porque yo corté la orilla de tu manto, y no te maté. Conoce, pues, y ve que no hay mal ni traición en mi mano, ni he pecado contra ti; sin embargo, tú andas a caza de mi vida para quitármela.
12 Juzgue Jehová entre tú y yo, y véngueme de ti Jehová; pero mi mano no será contra ti.

David sabía de los defectos de Saul. David se sentía doloroso con respecto a las decisiones de Saúl, sabiendo que lo conduciría a la condenación eterna. También podemos estar dolorosos por el curso que el liderato de la iglesia está tomando, las decisiones toman, así como por el liderato mismo. Sí, son culpables. Pero, son líderes designados por Dios, nos guste o no. Dios tiene un propósito y un plan para estos hermanos y hermanas en las posiciones que llevan a cabo, y es probable que nosotros no sepamos cuál es. Lo qué podemos hacer para ellos es orar. La oración de intercesión cambiará nuestras actitudes, y sus acciones.

Sí, esto va en contra de nuestra naturaleza pecaminosa. Seguramente todavía tenemos el gusto de chismear acerca de ellos, pero dejemos que el amor de Dios nos restrinja; para Dios, todas las cosas son posibles. Con su Espíritu Santo Dios nos ha condenado por nuestro pecado de chismeat contra sus líderes. Él nos permitirá confesar, y nos dará el regalo del arrepentimiento para nuestras actitudes y comportamiento pecaminoso. Dios nos perdonará si lo pedimos. Entonces él nos habilitara, para perdonar a los Lideres de la iglesia y para orar por ellos. ¿Usted aceptará la invitación de Dios?

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