Dios siempre busca la forma de que su voluntad se cumpla. Algunos estudiosos de la Biblia dicen que la voluntad de Dios es expresada en tres modos. Estos tres modos son Su voluntad final, Su voluntad intencional, y Su voluntad circunstancial. La voluntad final es lo que finalmente Dios quiere, por ejemplo: la salvación del hombre. La voluntad intencional es lo que Dios quiere que suceda para que Su voluntad final se cumpla, por ejemplo: la muerte de Jesús para salvar el mundo, de acuerdo a algunos expertos, seria en un altar como un “Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” Juan 1:29. La voluntad circunstancial es lo que el tiene que hacer en vez de Su voluntad intencional, por que nosotros hicimos que su voluntad intencional no se cumpliera, al menos como el quería, por ejemplo: como los Judíos no aceptaron a Jesús el tuvo que morir en la cruz (Filipenses 2:8).
Tomemos como ejemplo la lección de la semana atrasada. La voluntad final de Dios era salvar a Abrahán. La voluntad intencional de Dios era hacerle entender el evangelio a través de un único hijo: Isaac. Pero Abrahán tuvo un hijo que no debió tener. Así que Dios tuvo que buscar la forma de enseñarle el evangelio a Abrahán con dos hijos: Ismael e Isaac. Esta última fue la Voluntad Circunstancial de Dios.
Otro ejemplo seria Jacob y Esaú. La voluntad final de Dios podría ser que existiese alguien que generación tras generación cargara la responsabilidad y el privilegio de vivir y predicar el Evangelio. Esto lo haría todo aquel que estuviese en el linaje de Cristo. Ya que esta persona comunicaría la promesa del Mesías a mundo. La voluntad intencional de Dios es que esta persona fuera Jacob. Abrahán enseña a Isaac, quien entonces enseña a Jacob. Pero las circunstancias hacen que Dios mueva cielo y tierra para remover a Jacob fuera de su tierra natal, para así poder salvar el linaje de Cristo. La Hermana White dice que Isaac sintió Divinidad en las palabras que el hablo a Jacob cuando este se disfrazo para engañar a su padre. Dios intervino para asegurar que fuese Jacob el que recibiese la bendicion y no Esaú.
Entonces llegamos a Jacob, Lea y Raquel. ¿Fue la voluntad de Dios que Jacob tuviera 2 esposas y las siervas como concubinas? No. ¿Fue acaso alguna de ellas entonces fue la voluntad de Dios? En todo case debe ser Lea.
Lea, como Eva a Adán y Rebeca a Isaac, fue traída a Jacob. (Rebeca fue escogida por Dios para ser Esposa de Isaac). Lea fue la única quien dio Gloria a Dios por haber procreado (Génesis 29:35). De hecho, fue cuando dio a luz a Judá que dio Gloria a Dios. De Judá, su cuarto hijo, sale la tribu de Judá y continúa el linaje de Jesús. Lea hubiese sido la voluntad intencional de Jesús, si solo Jacob hubiese sido un hombre de oración. Que distinto hubiese sido si Jacob hubiese orado a Dios pidiéndole sabiduría en cuanto a como escoger a una compañera de vida, en vez de hacerle promesas a Jesús de servicio que no cumplirá. Que distinto hubiese sido si Jacob, como su padre Isaac, hubiese esperado que Dios le trajera a su compañera, en vez de escogerla el mismo. Como Abrahán el debería escuchar la voz de Dios, y creerle a Dios. La promesa que Dios da a Jacob fue, “He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho” Génesis 28: 5. Esta promesa – si Jacob hubiese entendido todo lo que cubría y hubiese continuado creyendo - debía ser suficiente para esperar por Dios para suplirle todas sus necesidades – incluyendo una esposa - en vez de el trabajar para suplírselas a si mismo. Esto no quiere decir que Jacob no hubiese trabajado para Labán. Pero tal vez con menos o diferentes complicaciones o resultados.
Esta promesa también es para nosotros. Cristo le dijo a sus apóstoles, “he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28: 20). El todavía esta con nosotros supliendo todas nuestras necesidades, si es que lo aceptamos. Es su voluntad que así sea, respondamos “Hágase Su voluntad.”
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