Thursday, January 24, 2008

No Hagas Promesas, Solo Cree

Cada año muchas personas hacen resoluciones para el Año Nuevo. Una resolución del Año Nuevo es un compromiso que un individuo hace a un proyecto o a un hábito. Es a menudo un cambio de la forma de vida que se interpreta generalmente como ventajoso. El cambio puede ser comenzar, aumentar, disminuir, o ya no hacer algo. Algunos son socio-céntricos en naturaleza y otros egocéntricos, ejemplos incluyen resoluciones de donar a los pobres más a menudo, de llegar a ser más asertivos, o de convertirse más económicamente o ambientalmente responsable, o perder peso. El nombre viene del hecho de que estos compromisos normalmente entran en efecto en el día del Año Nuevo hasta que se cumplen o son abandonados.

Esencialmente son promesas o votos que hacemos que por lo regular nunca se cumplen. Como la mayoría de las promesas que hacemos, las resoluciones del Año Nuevo son quebrantadas. Hacemos promesas de nunca dejar algo o alguien cuando es solamente una cuestión de tiempo que lo haremos. Hacemos votos para cometernos sinceramente a algo, y si lo hacemos, no es totalmente. Tomamos juramentos que nunca guardamos. ¿Cuántos hacen los votos matrimoniales a su conyugue para solamente terminar en divorcio? Los políticos abogan por votos haciendo promesas que no tienen ninguna intención de cumplir. Los vendedores hacen promesas para solamente conseguir una venta. Prometemos a amigo que estaremos allí sin realizar que habíamos prometido a otro verlos al mismo tiempo.

Como vemos, en la Biblia, haciendo promesas y votos que uno es incapaz o no tiene ninguna intención de guardar no es nada nuevos. Considere el escriba en Mateo 8:19 - 20,


Mateo 8:19 Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.

Mateo 8:20 Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.

La contestación de Jesús revela que este hombre no era sincero o no había considerado el costo de su voto de fidelidad. ¿Está usted dispuesto a hacer sacrificios dejando atrás todas sus conveniencias? El Hijo del Hombre no tenía ninguna. ¿Está usted dispuesto a deja ir su posición y los privilegios que esta ofrece? El Hijo del Hombre hizo eso.

Considere a Pedro cuando él prometió permanecer con Jesús aunque que el resto le abandonase, "Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte." (Lucas 22:33). Pedro estaba al principio dispuesto a ir la distancia. Leemos en Juan 18:10,


Juan 18:10 10 Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco.

Pero, Pedro entendió mal a Cristo. Pedro estaba dispuesto a morir siempre y cuando fuera peleando. Él todavía tenía que aprender el significado de la taza que Cristo tuvo que beber. Después de esto Pedro negó a Cristo tres veces, incluso después que Cristo le advirtiera a Pedro.

En Lucas 14 Cristo dijo una parábola de un hombre que ofrecería una gran cena. Él había invitado a muchos posibles convidados. Mientras que la Biblia no dice que habían aceptado la invitación, podría ser entendido de esta manera porque cuando todo estaba listo fueron notificados que vivieran. Ellos aparentemente prometieron estar allí pero, a la hora de la verdad todos tenían excusas para no cumplir sus promesas,

Lucas 14:18 Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses.

Lucas 14:19 Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses.
Lucas 14:20 Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir..

Una parábola similar en Mateo 22 dice que esos invitadas, "sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios" (Mateo 22: 5). Ellos descontentaron al Anfitrión-Rey con sus rompimientos de promesas. Así pues, él invitó a cualquiera que se encontrara para se acontecimiento. Éstos no hicieron ninguna promesa, ellos simplemente fueron. Esto significa que creyeron a los criados cuando estos dijeron que el rey-anfitrión los había invitado. Éste era todo lo requerido. El anfitrión-rey le dijo a ellos, "pónganse la ropa de la boda, vengan a la recepción. Los recibiré y no les echaré afuera." El Anfitrión-Rey guardó su promesa.

Esta invitación y promesa es para a nosotros. ¿Creemos que nos esta invitando a nosotros, y que si lo dejamos ponernos su traje de justicia él no nos echará hacia fuera? Él no está pidiendo que prometamos estar allí. Él está pidiendo que creamos que estamos invitados. Y, mientras creamos que su invitación y promesa es para nosotros, estamos permitiendo que él nos vistiera con su traje. Esto es todo lo que el requiere.

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