Saturday, May 22, 2010

El Ciclo de Dióxido de Carbono-Oxígeno y el Evangelio

El Ciclo de Dióxido de Carbono-Oxígeno y el Evangelio



La interdependencia es la idea de que todo en la naturaleza está conectado a todo lo demás; lo que le sucede a una planta o animal afecta también a otras plantas y animales. (Algunos dicen que, en las relaciones humanas, interdependencia es un signo de madurez). Este concepto es cierto en aspectos positivos y negativos. En la interdependencia, hay una implicación de que las cosas dependen mutuamente para la supervivencia. Esto es evidente en cómo las plantas, los animales y los seres humanos intercambian aire. Se llama el ciclo de CO2-oxígeno. Es un proceso continuo mediante el cual los animales inhalan oxígeno [O2] y exhalan dióxido de carbono [CO2]. En pocas palabras, las plantas y otros productores utilizan dióxido de carbono en la fotosíntesis. Ellas producen oxígeno como producto de desecho. El oxígeno se mueve desde la planta en el aire a través de las hojas. Animales y seres humanos respiran el oxígeno que se utiliza en la respiración celular. La respiración celular es un proceso que libera energía encontrada en las moléculas de azúcar en los alimentos. Dióxido de carbono se produce como un producto de desecho. Exhalamos dióxido de carbono, que a su vez se mueve desde el aire en las hojas de las plantas. Las plantas utilizan el dióxido de carbono en la fotosíntesis.



Nuestra lección afirma correctamente que el aire fresco de alta calidad es el más apropiado para transferir el oxígeno a la sangre por medio de los pulmones y eliminar el dióxido de carbono que produce el cuerpo. Este aire de alta calidad está más disponible en medioambientes naturales, donde hay árboles, plantas y aguas corrientes. Como ya antedicho, las plantas absorben el dióxido de carbono y entregan oxígeno al aire.

No es de extrañar que Dios puso a Adán y a Eva en un jardín, rodeado de plantas de todo tiempo y regado por un río que fluía a través del jardín, y que llegó a ser la cabecera de grandes ríos de la tierra antediluviana.


El aire puro se encuentra en abundancia en medioambientes naturales, en las cercanías de árboles, plantas, cerca de aguas corrientes como océanos, lagos y ríos, y después de una lluvia. Se estima que las algas del océano, lagos y ríos, y después de una lluvia. Se estima que las algas del océano proveen casi el noventa por ciento del oxígeno de la atmósfera. Las plantas vivas en el hogar pueden ayudar a purificar el aire y a eliminar el dióxido de carbono.



La historia trágica en el comienzo de la lección de esta semana nos dice que peligroso puede ser la falta de oxígeno y la abundancia de CO2 para los seres humanos. Leamos,



HACE UNOS POCOS AÑOS, una familia de cinco personas fue a una cabaña en las montañas para una breve vacación de invierno. Una tarde cerraron bien todas las ventanas, para impedir que entrara el frío, y encendieron la chimenea, para mantener la cabaña con una temperatura agradable durante la noche. ¿Qué problema tuvieron? ¡Toda la familia murió, porque el fuego usó todo el oxígeno que había en el aire de la cabaña!



No hubo nada para reemplazar el oxígeno usado en el horno. En su lugar, el dióxido de carbono del horno se esparció en el cuarto, intoxicando a toda la familia.



En cierto modo podemos ver el Evangelio representado aquí. En este caso las plantas representan a Dios, y todas las criaturas que inhalan oxígeno nos representan. El pecado está representado por el CO2, y rectitud de Dios es el O2. Cuando respiramos la rectitud de Dios dejamos ir nuestro pecado, que Dios aleja de nosotros.



Sabemos que el Padre había imputado nuestro pecado y transgresión en el Hijo y a su vez había imputado Su rectitud en nosotros. Esta verdad objetiva se expresa en 2 Corintios 5: 21, " Al que no conoció pecado, por nosotros Lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” También podemos ver la santificación en este proceso. Sabemos que el Espíritu Santo habita en nosotros, y si le permitimos El ha de santificarnos, así nos separan del pecado. Inhalación del oxígeno de Dios (justicia o rectitud) empuja hacia fuera nuestro CO2 (pecado). Por lo tanto, subjetivamente, significa que cuando por la fe aceptamos la verdad objetiva, el Espíritu Santo viene a morar en nosotros y nos da la rectitud de Cristo mientras él se lleva nuestro pecado. Pablo expresa esto en 1 Corintios 6: 11,



1 Corintios 6: 11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.



También expresa esto en hebreos 10: 14-16



14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

15 Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho:

16 Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré,



Exhalar pecado e inhalar rectitud: es nuestro ciclo.

No comments: