El Milagro Omitido

El Milagro Omitido

Estaba conduciendo con un amigo por una carretera con muy poca luz.  Para agregar a nuestro reto estábamos rodeados por una niebla muy densa.   La niebla era tan densa que apenas podía ver más allá del bonete de mi coche.  Por supuesto, tratando de ser cauteloso estábamos conduciendo muy lentamente.  Tras unos minutos de lucha, figuramos que era mejor regresar y hacer el viaje cuando estuviera más claro.  La niebla nos impidió ir más allá.  Este evento me recordó lo que le ocurrió a los egipcios en su camino para matar a los israelitas. 

Pero, vamos a revisar la historia antes de hacer el punto.  Diciendo que Caleb sabía cómo era la esclavitud nuestra lección le introduce por poniéndolo en Egipto en el momento del éxodo. Estuvo allí cuando el Señor guió a su pueblo con mano poderosa para salir de Egipto. Vio el mar abrirse ante Israel y tragarse al ejército egipcio.   Por lo tanto, él presenció el poder de Dios con las plagas.  También fue testigo del poder de Dios en salvar a los primer nacidos de los Israelitas.  El estuvo allí cuando el Señor con su poderosa mano había  sacado a su pueblo fuera de Egipto. El había visto el mar abrirse al frente de Israel y tragarse los carros egipcios y el ejército.  

Estos fueron poderosos eventos que a menudo recordamos cuando hablamos de cómo Dios salcó a los Israelitas de la mano los Egipcios.  Estos son los ejemplos que utilizamos cuando hablando de lo que los Israelitas olvidaron cuando se negaron a conquistar la tierra de Canaán.  Una elección que les obligó a vagar por el desierto durante 40 años hasta que murió toda aquella rebelde generación.  Pero, a menudo olvidado es cómo Dios estancó a los egipcios con una densa nube.  Un evento que recuerdo que cuando pienso en cómo la niebla impidió a mi amigo y yo conducir por aquel camino oscuro.   

Si recordamos, el pueblo de Israel había alcanzado el Mar Rojo; lo que significaba que no pudieron viajar más.  Ahora, detrás de ellos podían ver el ejército egipcio cada vez mas cerca.  Desde un punto de vista humano parecía una trampa.  En ese momento los Israelitas pensaron que tenían dos opciones.  Ambas opciones acerca de cómo morir: ahogarse en el mar o perforadas por una espada.  Por supuesto que las personas estaban aterrorizadas.  El registro bíblico nos muestra en Éxodos 14,

10 Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová.

    11 Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?

    12 ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto.

    13 Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.

El señor sabía lo estaba haciendo.  Le dijo a Moisés qué hacer,

Éxodo 14: 16 16 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.

Y el señor impidió que los egipcios se acercarsen a los israelitas.  Leemos en el éxodo 14: 19 – 20 cómo,

Éxodo 14: 19 Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas,

Éxodo  14: 20 e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.

La densa nube detuvo a los egipcios de perseguir a los israelitas (mientras que al mismo tiempo daba luz a los israelitas).  Imagine el alivio de las personas que creía que en algunos momentos morirían en mano de sus perseguidores.  Y el Señor mantiene a los egipcios en esta nube hasta que asegurarse de que los israelitas podrían cruzar el mar de forma segura.  Así, al final que era una trampa, pero no para los israelitas, sino para los egipcios.  El señor cumplido su palabras a Moisés en el éxodo 14: 17-18,

17 Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería;

18 y sabrán los egipcios que yo soy Jehová

El nombre de Dios fue glorificado ese día.  Él es misericordioso.  ¿Qué tan pronto se olvidaron? ¿Estamos olvidando, demasiado?