Thursday, May 20, 2004

¿No ha sabido? ¿No ha oído ?

Se podría decir que hay dos tipos de gente en el mundo. Hay los que
saben y los que no saben. Hay los que han oído y los que no han oído.
De los que no han sabido u oído, los peores son los que eligen no saber o no oír. Los que no saben u oído porque no los ha alcanzado la luz podrían por la gracia alcanzar clemencia, pero los que eligen no saber u oír por han rechazado la luz que los ha alcanzado, y por lo tanto también rechazan a Él que envió el mensaje.

¿Cuál es él mensaje que nosotros necesitamos saber u oír? ¿ Has
conocido u oído El Mesías de Handel? Especialmente, los primeros oratorios que en su mayoría se basan en los primeros nueve versos de Isaías 40:

1 Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios.
2 Hablad al corazón de Jerusalem: decidle á voces que su tiempo es ya
cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano
de Jehová por todos sus pecados.
3 Voz que clama en el desierto: Barred camino á Jehová: enderezad
calzada en la soledad á nuestro Dios.
4 Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane.
5 Y manifestaráse la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; que la boca de Jehová habló.
9 Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sión; levanta fuertemente
tu voz, anunciadora de Jerusalem; levántala, no temas; di á las
ciudades de Judá: ¡Veis aquí el Dios vuestro!

Podemos encontrar consuelo, finalmente. La guerra terminó.
"¡Consumado es!" dice Jesus (Juan 19:30.) Cristo se ha levantado de la tumba victoriosamente, y ahora nuestro perdón es asegurado: el doble de la cantidad de lo que pecamos. La salvación hecha posible por la muerte de Cristo no esta a nuestra disposición; esta salvación es nuestra. Nos es dada por la gracia Divina. ¿No les da gozo? ¡Dígalo a gritos!
Preparemos el camino para Él que vuelve por nosotros, porque de la misma manera que los apóstoles lo vieron irse así lo veremos regresar (Hechos 1:11), y todo ojo lo verá (Apocalipsis 1:7.)

¿Cómo Cristo hizo esto? Él tomó nuestro pecado participando de nuestra naturaleza pecaminosa, pero sin cometer pecado. Con este pecado él tomó nuestro sufrimiento y todas sus consecuencias, incluyendo la segunda muerte. Esta muerte es la separación eterna entre nosotros y nuestro Padre Celestial. Ésta es la paga del pecado (Romans 6:23.) Él pagó nuestra deuda. Ahora podemos vivir eternamente, si por la fe creemos que esto es la Verdad. Cristo redime nuestra naturaleza pecaminosa, nuestro corazón de piedra, y la torna en una naturaleza pura, un corazón de carne (Ezequiel 11:19.) Con el Consolador Él santifica nuestros caracteres hasta que reflejan el carácter de Cristo. Tal es su amor misericordioso. Tal es su poder. Tan así, qué para Él una montaña, es como un lunar cuando Él vive en mí. Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios (Mateos 19:26.)

Comentarios de Escuela Sabatica #8
Los problemas más grandes son triviales para Él. Nuestros enemigos más grandes son nada para Él. Tal es su poder, que aunque todavía vemos a Babilonia en pie, Él la ha declarado caída (Apocalipsis 14:8.) Lo que Él declara a ser, es. Pues en su palabra hay poder. Nosotros estamos desvaneciendo como hierba, pero Dios y su palabra vivirán por siempre. Esto me da consuelo. Puedo contar con Dios.

Lo que solía fatigarme, ya no lo hace. En Cristo recibo nuevas
fuerzas, nuevas energías, y nueva vida. Ahora por la fe, y cuando él venga en la carne. ¿No has sabido? Abre tu corazón. ¿No has oído? Ábre tus oídos. ¿La voz que clama en nuestro desierto, "Arrepiéntete, Salid de ella, pueblo mío, porque no seáis participantes de sus pecados, y que no recibáis de sus plagas." (Apocalipsis 18:4) "La hora de su juicio es venida" (Revelación 14:7) y el final está cerca.

¿Elegirás saber y oír o elegirás no saber ni oír?

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