Friday, February 22, 2008

Adultos Espirituales son como Niños

Cuando Cristo explicó el reino de los cielos a los discípulos sus explicaciones se está lleno de paradojas. Por ejemplo, les dijo, "La primeros serán la postreros", y "El que pierde su vida... la hallara" (Mateo 20:16; 16:25). Veamos esta semana otra paradoja que se encuentra en Mateo 18: 1 - 4. Leamos el pasaje,

Mateo 18: 1 En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?
Mateo 18: 2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,
Mateo 18: 3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
Mateo 18: 4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.

El malentender que los discípulos tenían del Evangelio les llevó a argumentar cual de ellos sería el mayor en el reino por venir. Querían resolver su argumento y fueron a preguntar a Jesús. Como leemos en el pasaje anterior Jesús llamó un niño. El niño vino a Él y Jesús le paro en medio de los discípulos y el niño se quedo allí. (El niño modeló lo que Cristo quería de ellos.) Luego Cristo procedió a decirles que el que responde cuando le llaman, el que viene cuando es citado, el que perdura hasta se le diga que se puede ir es el mayor. No es el independiente, asertivo, que todo lo hace a quien Dios alaba. Dios se place en los que se humillan ante Él y confían y dependen totalmente en Él. Ellos esperan por las palabras de Dios para instrucción, cuando Dios habla escuchan, se quedan cuando y donde Dios dice así, ellos no se mueven hasta que Dios les dice, y hacia donde Dios les dice. Hay en ellos una implícita confianza en Dios, que sale de conocer el amor de Dios y la voluntad y estar agradecidos con Él.

¿Qué cosas tienen los niños de que debemos emular? Muchas personas dicen que los niños, en general, perdonan fácilmente. Ellos pelean con sus compañeros de juego y unos minutos más tarde juegan de nuevo como si nada hubiera pasado. Tienden a no guardar rencores. En general, los niños también muestran un afán de aprender y tienden les gusta aprender. La antigua expresión, "no se puede enseñar un nuevo truco a un perro viejo" es válido para muchos adultos. Que se establecen en sus formas, son inflexibles, tercos y muchas veces orgullosos y arrogantes acerca de lo que ellos consideran la forma correcta. Rechazan todo lo que no está de acuerdo con lo que creen es la verdad. Los niños muestran apertura a las cosas nuevas y una voluntad de intentarlas.

Hay algo más acerca de los niños que tenemos que aprender. Los niños, en general, siempre vuelven a sus padres porque saben que siempre puede depender de ellos. Ellos, tal vez inconscientemente, saben que sus padres no van a sobrevivir. Sus padres lo saben, razón por la cual sus padres se ocupan de ellos, y les enseñan a sobrevivir sin ellos en el futuro. Del mismo modo, no podemos sobrevivir sin Dios. Dios quiere entrenarnos para aprender a confiar en Él y depende de Él en todo momento. Sí, se necesita humildad para aceptar esto y vivir así. Sólo el Espíritu Santo puede darnos esta humildad. Sin embargo, a diferencia de los niños que crecen a ser adultos independientes, nosotros nunca podemos crecer para ser independiente de Dios. Adultos espirituales son los que eligen dar su voluntad a Dios continuamente. Espiritual adultos confían en y dependen de Dios continuamente.

Podemos quedar confundidos cuando leemos lo que dice Pablo en 1 Corintios 13: 11 "Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño." En este texto Pablo se refiere a las cosas de la niñez que son negativas, como: quejas, rabietas, egocentrismo, etc. Al someternos al Espíritu de Dios que mora en nosotros Él saca las formas negativas de los niños y la reemplaza con las positivas. Él reemplaza a estos rasgos negativos con humildad, y la voluntad de escuchar y aprender. Los que permiten esto son el mayor en el Reino de los Cielos.

No comments: