nuestro profesor para utilizar nuestra clase para participar en un inventario acerca de los temperamentos de la personalidad . Nuestro profesor accedio y una mañana todos contestamos el inventario. Fue largo y tedioso,pero los resultados valieron la pena. Al final descubrmos el temperamento de nuestra personalidad. En una gran parte, podíamops explicar por qué hacemos lo que hacemos y en la forma en que lo hacemos. Desde entonces, el tema de los temperamentos de personalidad me ha fascinado. Con la comprensión de este tema uno se entiende a si mismo, y también a otros.
Si está tratando con una persona mandona su temperamento es probablemente colérico. Si se trata de una persona calmada, tranquila, que solamente quiere llevaarse bien co otors su
su temperamento ws probablemente flegmático. Si se trata de alguien a quien le fascina los datos y adherirse a las normas es probablemente que su temperamento sea melancólico. Si se
trata de una vociferante, impulsiva, el alma de la fiesta es probale que su tipo de temperamento es Sanguineo.
Alguien diseño una ilustracion para expliarlo de manera visual. Dibujó una línea horizontal y dijo que la gente representada en el espacio encima de la línea son exrovertidas y la gente representada en el espacio debajo de la linea son reservados. Después de esto el dibujo una línea vertical que cruza la línea horizontal. Señaló que las personas representadas a la izquierda de la línea vertical no son personas que le gusta la compañia de otros y los representados a la derecha de la linea vertical son personas que le gusta la compañia de otros. Usted termina con cuatro cuadrantes. El cuadrante superior izquierdo representa personas Colericas = extrovertidas que no les gusta la compañia de otros. El cuadrante inferior izquierdo representa a personas melancólico = reservadas que no les gusta la compañia de otros. El cuadrante inferioir derecho representa al flegmático = reservado que les gusta la compañia de otros. El cuadrante superior derecho representa a personas sanguineas = extrovertidos que les gusta la compañia de otros.
A través del estudio de los caracteres de los personas en la Biblia podemos decir cuál probablemente era su temperamento . Muchos fariseos probablemente tenian un alto porentaje en rasgos de temperamento sanguineo. A ellos les gustaba estar alrededor de otras personas, luciendose y hablando en voz alta de sus logros. Es un rasgo típico de sanguineos. En algunas circunstancias es una ventaja, y en muchos otras, es una debilidad. Al igual que cualquier otra cosa si se deja ir sin límites y con tendencias hacia lo negativo, puede convertirse en un defecto de carácter. la gente Sanguinea tiende a querer la aprobación de los demás. Tal fue el caso de los fariseos. Tal fue también el caso de Pedro.
Pedro mostraba todas las características de un sanguineo. Era impetuoso, impulsivo, y franco. Era impulsado por sus sentimientos que vacilaban desde la fe al miedo (Considere el pasaje de Mateo 16: 16 -23). Pedro, como muchos otros sanguineos, también estaba muy preocupado con su reputación. Su necesidad de aprobación era muy elevada. Por no entender el evangelio, él quería que el reino fuera aquí y ahora. Y, él quería ser parte de la elite, cuando este Reino llegara. La cruz no se ajustaba a su manera de entender este Reino del que Cristo predicaba (Mateo 16:21-23). La cruz era demasiado humillante para alguien quien ambicionaba la aprobación de los demás.
Después de conversión de Pedro todos estos rasgos negativos desaparecieron gradualmente. El Espíritu Santo conquistó en Pedro sus prejuicios contra los gentiles (Hechos 10:34, 15: 7 - 8; Gálatas 2: 11 - 14). cada vez más se hizo menos dependiente de sus sentimientos y la necesidad de aprobación. Aprendió a confiar en Dios más y más. Tal vez el mayor signo de este cambio fue que estuvo de acuerdo a morir crucificado (Juan 21: 18 - 19). Algo que años antes habia aborrecido (Mateo 16:21-23).
El Pedro antes de la conversión recibe una gran cantidad de critica de la gente. Muchos lo tratan con desden. Sin embargo, Pedro no actuó de manera diferemnte de lo que cualquiera de nosotros huibiesemos actuado si tuviéramos el mismo temperamento de personalidad, circunstancia y oportunidad. Las acciones de Pedro no eran pecados porque el era sanguineo, sino porque confió en sí mismo, en lvez de Cristo. Lo mismo va se aplica a nosotros. Sea cual sea el temperamento de personalidad que tengamos, este no es el pecado. Pero, la resistencia a la labor del Espíritu
Santo en nosotros, para quitarlos defectos de carácter que pueden provenir de las debilidades de nuestro temperamento de personalidad es el pecado. ¿Le permitiras que le trabaje en ti?
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