¿Cuál es la labor del profeta?

¿Cuál es la labor del profeta?

Andrea tuvo un sueño perturbador sobre Julia. Eran amigas desde hace muchos años. Julia se casó y quería niños. Andrea pensó que era una buena idea al principio, pero después de que ella tuvo su sueño, ella cambió su mente. Ella oró para saber más, para asegurarse de que esto era de Dios. Mientras más ella oro se dio cuenta de que no era la voluntad de Dios que Julia tubiera hijos. Andrea se acercó a Julia con la noticia. Julia se enfadó, y le dijo: "¿Cómo sabes que esto es de Dios. Yo creo que sólo me dices esto, porque estás celosa de mí, siempre has estado. Además, ¿por qué Dios te eligió a ti para decirme esto? El puede decirme a mí también. ¿Y, por qué él te eligió a ti, punto? Con todas esas cosas que tu has hecho. Yo sé, porque hemos hecho un montón de esas cosas juntas. Tengo un hijo, y que es el final de la misma. Tú no vas a detener mi gozo. Y, sé que Dios quiere que yo desde luego este gozosa”.

Andrea y Julia no hablaron por años. Andrea no dejaba de orar por ella. Y, a menudo tenia deseaba que todavía se hablaran. Julia tuvo su hija. Ella nació con un raro defecto genético que dio lugar a retraso mental, convulsiones y otros síntomas. Julia ahora pasaba la mayor parte del de su tiempo, llevando a la niña a los médicos y hospitales. Esto también estaba afectando negativamente a su matrimonio. Tom - su marido – entendía que el niño la necesitaba la atención, pero todavía sentía ignorado. Y, para empeorar las cosas, ella no le permitía participar mucho en el cuidado de la niña, diciendo que él no sabía hacer nada. Más tarde se quejó de que el no participaba en nada, todo el peso recaía sobre ella. Esto lo llevó a decir, "Ya no soporto esto más".

Andrea se encontró con Julia una vez. Andrea se le acercó para hablar. Julia la recibió un poco fría en un prinicipio, dandole la respuesta habitual, "todo está bien." Andrea oró y pregunto más, Julia abrió lentamente. Y, por último, lloró. "¿Por qué Dios me hace esto a mí?" exclamo ella en voz alta. Andrea abrazó con ternura Julia. Julia lloró más. Por último, Andrea le dijo: "Recuerda que te dije sobre ese sueño que tuve, y te dije que no era la voluntad de Dios que tuvieras hijos. Dios te ama y quería prevenir todo esto "" ¡O, Julia, debería haberte escuchado. Me siento tan mal. Yo amo a Tom y yo amo a mi hija. ¿Qué hago ahora? " Andrea había tenido otro sueño, y ella sabía que tenía que decírselo a Julia. En este caso, Andrea era un profeta, y esto es lo que hacen los profetas.

En Hebreos 1:1 dice que Dios ha... "hablado muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo á los padres por los profetas." En 2 Pedro 1:21 Pedro dice que “la profecía no fué en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.” Los profetas, en otras palabras, son la portavoz de Dios. Un portavoz es un hombre o una mujer que habla como representante de otro u otros. El profeta habla como representante de Dios.

La mayoría de las veces, el trabajo de los profetas es revelar pecado. La Biblia está llena de casos en los que Dios llamó a estos hombres o mujeres para revelar el pecado de los demás. Sin embargo, no es para evitar que "la diversión", avanzar en la vida, el controlarlos o para humillarlos, es por amor. Por amor se entiende agapé - el amor incondicional de Dios.

Dios quiere prevenirte a ti y a otros de las consecuencias terrenales, y también de la muerte eterna. Como se dice en 2 Timoteo 3:16,

2 Timoteo 3:16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,

Juan lo pone muy simple en Apocalipsis 3:19, " Yo reprendo y castigo á todos los que amo."

Pero, al igual que muchos tergiversan a Dios y malinterpretar sus intenciones, también lo hacen a Sus profetas. Con el fin de no sentir la culpa y sentirse bien consigo mismos rechazan el profeta. En muchos casos, seguro que dicen: "Esa es su opinión." La Hermana White aborda esta cuestión en la próxima cita:

"Sin embargo, ahora cuando os envío un testimonio de amonestación y reproche, muchos declaráis que es meramente la opinión de la Hna. White. Así habéis insultado al Espíritu de Dios. Sabéis cómo el Señor se ha manifestado mediante el espíritu de profecía. Pasado, presente y futuro, han pasado delante de mí. Se me han mostrado rostros que nunca había visto, y años después los reconocí cuando los vi. He sido despertada de mi sueño con una vívida sensación de temas previamente presentados a mi mente, y a media noche he escrito cartas que han cruzado el continente y, llegando en medio de una crisis, han salvado a la causa de Dios de un gran desastre. Esta ha sido mi obra por muchos años. Un poder me ha impelido a 31 reprobar y reprochar errores en que no había pensado. Esta obra de los últimos 36 años, ¿procede de lo alto o de abajo?. . .
"Cuando fui a Colorado, estaba tan agobiada a causa de vosotros que, en mi debilidad, escribí muchas páginas para que se leyeran en vuestro congreso. Débil y temblorosa, me levanté a las tres de la mañana para escribiros. Dios hablaba mediante la arcilla. Podríais decir que esta comunicación era sólo una carta. Sí, era una carta, pero inspirada por el Espíritu de Dios para presentaros cosas que me habían sido mostradas. En estas cartas que escribo, en el testimonio dado, os presento lo que el Señor me ha presentado. No escribo un solo artículo en la revista que exprese meramente mis propias ideas. Son lo que Dios ha desplegado ante mí en visión: los preciosos rayos de luz que brillan del trono. . ." Ellen G. White, Mensajes Selectos , libro 1, p. 27.

Esto es lo que los profetas hacen: Difundir las palabras de amor (Ágape) de Dios. La pregunta es, ¿vamos a prestar atención a ellos y su mensaje?