Friday, July 16, 2004

No Hay Escusas

Comentario De Escuela Sabatica #3
 
Siempre eran los mismos niños.  Interrumpían el servicio de la iglesia.  Hablaban en alta voz, gritaban, y corrían alrededor de la iglesia.  Cuando los disciplinaban se comportaban peor.  Demostraban cuán engreídos e indisciplinados eran.  Cuándo nos acercabamos a los padres, ellos siempre decían, “Cuando seas padre entonces entenderás.”  Puesto que yo soy soltero y sin niños, me decían que yo no tenían la autoridad para llamarles la atención sobre el comportamiento de sus niños.  Pero, yo conocía a estos padres.  Pasaban más tiempo viendo la TV, leyendo bagatela, escuchando basura en la radio, y eran indulgentes en sus hábitos el comer.  Pasaban muy poco tiempo que orando, estudiando las Escrituras o el Espíritu de Profecía, descubriendo la voluntad de Dios y rindiéndose a ella.  

Si hay algo que aprendi de esta lección que es que como cristianos, no tenemos ninguna excusa para no estar preparados para ser padres.  Pasamos tiempo esforzandonos en preparar todo lo demás.  Nuestras carreras profesionales se planean con anticipación.  Algunos de nosotros vamos a la escuela y entrenamos por años antes de practicar lo que aprendemos.  Ponemos más esfuerzo en el planeamiento de vacaciones y las celebraciones (tales como fiestas de cumpleaños, bodas, etc.)  que en el entrenamiento y educación de nuestros niños.  Ponemos más esfuerzo en comprar sabiamente los productos que deseamos en criar a nuestros niños.  ¿Significa esto que no vamos a tener desafíos en el criar de nuestros niños?  ¡No!  Significa que estaremos listos para abordarlos cuando se presentan. 

La biblia tiene instrucciones específicas en cómo tratar de los niños.  Deuteronomio 4:9 dice:

Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.;? 

Lo qué aprendemos de Dios - directamente, a través de su palabra, y de sus siervos - debemos enseñar a nuestros niños.  Creo que aquí yace el problema más grande.  Podemos enseñar solamente lo qué sabemos.  ¿Conocemos al dios?  Conocer a Dios es ser Su amigo tal como Abrahán era su amigo.  La hermana White escribió extensamente en este tema.  El Hogar Adventista es un ejemplo de su escritura en el tema.  Estaría bien para que los leamos incluso si no somos padres.  No tenemos ninguna excusa.  También tenemos ejemplos de otros padres que han hecho un buen trabajo con sus niños. 

Ser padres requiere un cambio en el pensamiento y perspectiva de la vida.  Vivir no es tan solo sobre esta vida, sino sobre la vida por venir.  Mateo 6:33 dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”  Ésta debe ser nuestra primera prioridad.  Esto debe ser para lo que entrenamos a nuestros niños.  Ser padres requiere amor incondicional y la voluntad de sacrificarse a uno mismo.  Cuándo la vida de nuestros niños comienza- en la concepción -  termina la nuestra.  Ellos se convierten en los pequeños para el cual hacemos como a Dios (Matthew 25:40.)  Justo como los profesores planean su día para sus estudiantes, debemos ir a Dios y pedir su dirección en planear nuestro día para nuestros niños.  Si usted no está dispuesto a hacer esto, si usted no tiene los recursos para hacer esto, usted no tiene ningún negocio e la procreación.  Elena White escribe, “Los Padres no deben aumentar a sus familias más rápidamente de lo que saben que sus niños pueden ser cuidados educados bien.”  (Notas de E. G. White para la Guía del Estudio de la Biblia del Adulto: Página 19.) 

Somos modelos para nuestros niños.  Ellos aprenden por ejemplo.  Harán como hacemos, y no simplemente como decimos.  Considere a Proverbios 22:6: Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”  Si usted vive su vida amando a Dios supremaente y a su vecino como El le amó, ellos aprenderán esto también.  Si usted ora dando gracias a Dios, por Fe espera para descubrir cual es su voluntad, tiempo y manera, si usted estudia la Escritura, canta los himnos, y rinde su voluntad a Dios, usted entrenará a su niño en las maneras del Señor.  Según la Hermana White, el ejemplo opuesto explica a Exodo 34:6,7: 

6 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: !!Jehová! !!Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;

7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.

Ella dice:  Con esta amenaza Dios no dice que se obligaría a los niños a que sufrieran por el pecado de sus padres, pero que el ejemplo de los padres sería imitado por sus niños.  (Notas de E. G. White para la Guía del Estudio de la Biblia del Adulto:  Página 23.)  Imitando a sus padres los niños sufrirían las consecuencias que sus padres sufrieron. 

En 1ra de Samuel tenemos un contraste de dos padres.  Ana, que dedicó a su niño Samuel al Señor, y consecuentemente, sólo pudo tenerlo por algunos años con ella.  Samuel fue llamado más adelante para ser sacerdote, juez, y profeta del Señor en Israel.  Elí, el sacerdote, tenía sus dos hijos malvados con él todos los días de su vida.  Considere la evidencia.  ¿Vas a ser como Elí o como Ana?

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