De todo la basura de correo electrónico que recibo, yo recibí uno interesante que discutía relaciones interpersonales. Decía que son todas las relaciones interpersonales son ordenadas o permitidas por Dios con un propósito determinado. El propósito determinado cae en una de tres diversas categorías. Esas categorías son: a) Razón, b) temporada, y c) curso de la vida. Todos tienen diversas duraciones. La categoría de la razón es la más corta. La persona entra a su vida solucionar un problema específico. Una vez que le resuelvan el problema se van, y puede que nunca vuelva a verlos otra vez. Los que vienen a su vida por una temporada tardan más en irse. El propósito de su estadía tarda más en hacerse evidente. Permanecen a veces tanto tiempo que usted piensa que van a quedarse para el curso de su vida, después algo sucede, y la relación separa abruptamente sin que halla una explicación clara. Los que están para quedarse el curso de la vida nunca se van.
De todas las relaciones en nuestra vida Dios es la más importante. Sin Su presencia en nuestra vida el resto de las relaciones son imposibles. Dios proporciona para nosotros lo que es necesario para relacionarnos con Él así como otros. Cuando Él llega a nuestras vidas, nos vemos tal como somos y nos damos cuenta cuan grande es Él. Nos damos cuenta que Él desea interaccionar con nosotros. Él nos ama. Él no habría dado a Su Hijo Unigénito para morir por nosotros si fuera así (Juan 3:16.) Él envió su Espíritu Santo para morar en nosotros en el presente y para prepararnos para que interaccionemos con Dios con eternamente en el futuro. Sin su Espíritu en nuestras vidas somos antipáticos y antisociales. Sin su Espíritu llevamos vidas temerosas, solitarias, y en silente desesperación. Con la presencia de su Espíritu nos tornamos cariñosos y atractivos a otros, porque Él cambia nuestros corazones fríos, sin amor, egoístas, y egocéntricos, a corazones amables, centrados en otros, y humildes. No solamente otros son atraídos por nuestros caracteres santos, nosotros también llegamos a estar interesados en ellos.
Adán conoció a Dios antes de conocer a Eva. Dios creó Eva para ser una ayuda idónea para Adán (Génesis 2:18.) Ella era el complemento perfecto de Adán. Donde Adán carecía, Eva lo completó. Donde la Eva carecía Adán la completó. Fue diseñado así por Dios. Dios los hizo uno. Si hay una relación importante del curso de la vida el cónyuge. El cónyuge es la relación más importante que cualquier persona pueda tener fuera de Dios. Su cónyuge es más importante que su pastor, amigos, padres, hermanos, parientes, hermanos de la iglesia, y compañeros de trabajo. Usted no se hace uno con ésos. El hombre debe dejar su hogar y unirse a su esposa. El hombre y su esposa deben someterse el uno al otro (Efesios 5:21.) El hombre debe amarla como Cristo amó a la iglesia. Cristo dio su vida por la iglesia (Efesios 5:25.) El uno ha de ser una bendición para el otro, lo que significa que han de agregar valor a sus vidas. Ron Blue, un experto en finanzas cristiano, dice, "si una pareja no esta de acuerdo, no se ha tomado una decisión." Usted ha oído que se ha dicho, "Ningún hombre es una isla." En una unión matrimonial esto significa que el hombre y la esposa, como unidad, no son una isla. Son uno. Pregúntele a las parejas que se han divorciado. Les dirán que el divorcio es la muerte comparado a cualquier otra relación rota. Esto es en parte porque la unión matrimonial es para toda la vida no una temporada. Note que cuando la Biblia dice que no es bueno que el hombre esté solo (Génesis 2:18), Dios creó para el hombre una esposa. Si Dios hubiese deseado que Adán se relacionara con una comunidad Él habría creado una comunidad. ¿Quiere decir esto que un hombre ha de relacionarse solo con su esposa y no con otra gente? ¡No! Significa que si un hombre no aprende relacionarse con su esposa probablemente él no aprenderá a relacionarse en una manera íntima con cualquier otra persona. De hecho, la mayoría de los problemas en la unión matrimonial ocurren porque los hombres no escuchan sus esposas.
Hay otras relaciones del curso de la vida: padres, niños, y otros parientes. Hay pautas claras en la Biblia en cómo interaccionar ellos. La hermana White también ha escrito extensivamente en estas materias. Dios decidió que estemos relacionados a estas personas con un propósito definido. No es accidental que estemos relacionados.
Comentario de Escuela Sabatica #1, Tercer Trimestre
Un hombre maduro o una mujer madura son administradores de los bienes de Dios, en otras palabras son mayordomos. Él o ella se cerciorarán de que los dones y los recursos confiados a él o ella sean distribuidos y que compartidos con otros. Por supuesto, él o ella lo harán siempre siguiendo las pautas y los parámetros establecidos por Dios y en armonía con Él. Una relación de temporada no está para provecho propio o ni para pasar el tiempo. Una relación de “razón” no es para pasar la noche. Un hombre maduro o una mujer madura saben que todas las relaciones interpersonales existen para demostrar el carácter de Dios. Un hombre maduro o una mujer madura sabe que Dios los ha bendecido para así poder bendecir otros. Esto es igual para los administradores solteros o solteras. De hecho, Dios puede utilizar a administradores solteros para bendecir parejas casados.
No importa el tipo de relación con el que nos encontremos, por la gracia de Dios, nuestra deber es amarlos, como Dios los ama. Usted dice, "no tengo amor para ellos, ni siquiera me gustan." Usted tiene razón. No es su amor el que ellos necesitan, sino el amor Dios en usted. ¿Dejará usted que Dios los ame a través de usted? Su salvación y la ellos pueden depender de esto.
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