Friday, July 30, 2004

Amistad Verdadera

Comentario A La Leccion #5 del Tercer Trimestre

Cuando se trata de verdadera amistad yo me quedo corto. De todos nos quedamos cortos. Ninguno de nosotros puede decir que somos el amigo perfecto. Consideremos la descripción bíblica de un amigo. Él ha de ser amistoso, un sembrador de armonía y unidad, un cubridor de transgresiones. Él debe amar siempre, ser puro de corazón, fiel, sabio en consejos, y las cargas las cargas de otro (Prov. 18:24; Prov. 16:28; Prov. 17:9,17; Prov. 22:11; Prov. 27:6, 9; Galón. 6:2). Quizas puedes decir que tienes un par de estos requisitos. Pero, Dios los requiere todos. Sí, un cristiano verdadero exhibirá todos estos rasgos de un amigo, como lo hicieron David y Jonatán. Estos dos hombres se amaron, dice la Biblia que David amó a Jonatan como así mismo (1 SAM 20:17.) Después de la muerte de Jonatán, David dijo: Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán, Que me fuiste muy dulce. Más maravilloso me fue tu amor Que el amor de las mujeres. (2 Samuel 1:26.)" ¿Podríamos amar a otro ser humano así? Es solamente posible cuando Cristo vive activamente en nuestros corazones y vida.

Cristo desea llamarme Sú amigo. En Juan 15:12-15 dice:

12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros,(1) como yo os he amado.
13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.

Incluso cuando éramos sus enemigos Cristo nos dió este regalo de Sí mismo (Romans 5:8.) El conocimiento de que Cristo nos amó y dio su vida por nosotros, incluso mientras que lo odiamos y trazábamos su asesinato, hace el concepto del "gran amor" (según citado en Juan 15:13) muy especial. ¿Cómo podría Cristo hacer esto? Él incorporó en Sí mismo el amor agape del Padre, y así tambien podremos nosotros, porque se ha hecho la disposición para ello. Con el poder del Espíritu Santo, si nosotros lo permitimos, nuestros pensamientos, sensaciones y motivos se transformaran a semejanza con las de Cristo. Entonces será simple amar como Él ama, porque Él lo hace posible (y al que cree todo le es posible - Marcos 9:23.)

Cuando intentamos por nosotros mismos amar como Él ordenó, fallaremos desgraciadamente. Después de todo, amar a otros cuando se es egoísta es terriblemente difícil, si no imposible – pues es natural amarse a si mismo primero. Esta es la razón por la cual nuestra sociedad insiste en el ofrecimiento de una alternativa barata, una falsificación al comando de Dios. En vez de amar otros, nuestra sociedad propaga el concepto de "tener gusto y de tolerar a otros." Pero, la Biblia nunca dijo que sintamos gusto por o que toleremos a cualquier persona. No, amigos, la Biblia dice que debemos amar otros como Dios nos ama a nosotros. Debemos amar a otros incluso cuando tengamos aversión su forma de ser. Solamente Dios puede hacer esto posible. ¿Qué significa esto? Simplemente esto, si le pedimos a Dios, y creemos, Él nos dará el poder para sostenernos en contra de la falsificación que nuestra sociedad ofrece, y el poder para amar como Dios requiere.

David y Jonatán eran amigos por providencia Divina. Dios los unió para que se consolaran en contra del reinado despótico del Rey Saúl, y salvar el lineaje de Cristo. Aunque la amistad de Jonatán con David estaba contra la voluntad de su Padre, Jonatán nunca lo deshonró. Él sabía que David le quitaría lo que era suyo por herencia de nacimiento, pero Jonatán no estaba enojado porque él sabía que era la voluntad de Dios . ¿Cuántos de nosotros elegiríamos forjar una profunda y cariñosa amistad con alguien que sabíamos usurparía nuestro papel, o nos quitaría lo que era nuestro por herencia? En Cristo, todas las cosas son posibles.

¿Cuántos de nosotros estamos en verdad agradecidos a Dios por los amigos y amados que tenemos? Cuan fácil es pensar que nuestras amistades existen porque nos divertimos con otras personas, o que compartimos tanto en común. Cuan fácil es olvidar que es Dios quien nos da nuestros amigos, y el amor incondicional con que amarlos. Sí, por nosotros mismos fracasamos en alcanzar la marca de lo que es la amistad verdadera. Pero, en Cristo todas las cosas son posibles. ¿Dejarás que Cristo te llené de su amor, y permitirás que Él ame a otros a través de tí? Él está esperando tu respuesta.

No comments: